En política, con bastante frecuencia se dicen medias verdades que al final resultan ser mentiras completas. Y es que con tal de conseguir simpatías temporales y con ello votos para ganar elecciones, muchos políticos ofrecen en sus campañas lo que sea, incluso aquello que saben bien que no podrán cumplir. Ejemplos hay muchos: nos dijeron que desaparecería la tenencia que pagaban los vehículos hasta con 10 años de antigüedad y cuyo monto era proporcional a su precio. Y efectivamente, después de mucho, pero mucho insistir, la quitaron. Pero, lástima Margarito. El gozo se fue al pozo. La sustituyeron por un nuevo gravamen llamado pomposamente Derecho de Registro Vehicular, que ahora pagan todos los automotores, independientemente del modelo y precio de cada uno. La ciudadanía creyó ingenuamente que se ahorraría dinero y terminó en promedio pagando lo mismo e incluso más. Posteriormente dijeron que gracias a la reforma energética el país se iría para arriba, se generarían empleos y los precios de la energía eléctrica y de los combustibles bajarían, lo cual nos entusiasmó a todos. Otra vez, lástima Margarito. Acabamos de enterarnos de que el pequeño porcentaje que disminuyeron los energéticos, solo fue un distractor; ya que tan solo en el 2015 Pemex perdió 521 mil 600 millones de pesos y la CFE nada menos que 93 mil 900 millones. Lo que dichas paraestatales graciosa e irresponsablemente perdieron, vía impuestos terminaremos pagándolo entre todos los mexicanos. ¿Dónde estuvo el ahorro? Eso no es todo. El presidente de la República anunció que se adelantaba la importación de gasolinas, lo cual generó
la esperanza de que el precio de éstas bajara, porque a nivel internacional son mucho más baratas que en México. Otra vez: Lástima Margarito. Resulta que el precio de los combustibles quedará igual, porque nuestros precavidos legisladores se enteraron a tiempo de que a nivel internacional bajarían de precio y modificaron el criterio para aplicarles impuestos, lo que hará que si baja el costo del litro de gasolina o de diesel, se les aplique a éstos un impuesto que los hará quedar igual a como están ahora y en un descuido hasta más caros. Es una pena. Muchos políticos mexicanos prometen y prometen pero no cumplen. Prácticamente nadie les reclama su falta de seriedad, porque gran parte de la ciudadanía sigue en la luna y otra más cree que los gobernantes son como reyes a los cuales se les debe obedecer a ciegas y aplaudírseles todas sus ocurrencias. Hay que aclarar que los gobernantes merecen respeto, pero no sumisión. Son nuestros empleados. Les pagamos su sueldo. Tienen la obligación de servir a la comunidad, respetar la Ley, actuar con mesura, administrar con prudencia, gobernar con sabiduría, evitar los abusos, procurar el bien común y vivir dentro de la honrosa medianía de su salario. Para que esto se logre hay que escogerlos cuidadosamente mediante el voto, para que no nos lamentemos después de la clase de políticos que llegaron al poder únicamente a hacer de las suyas. Para que no nos pase lo mismo que a Margarito, siempre hay que votar responsablemente, con toda libertad, por quienes consideremos mejores, o de perdido por los menos malos. Este año hay elecciones. No lo olvidemos. Si no votamos, no nos quejemos después. ¿No les parece a Ustedes?. Muchas gracias y buen fin de semana.