Por Francisco J. Ávila Camberos
Columna: La dictadura de las minorías
La dictadura de las minorías
2016-05-28 | 09:27:57
Hoy hablaremos sobre la dictadura de las minorías. Toda la vida hemos escuchado que México es un país democrático. En los regímenes democráticos las mayorías mandan y las minorías aceptan lo que las mayorías deciden. En México sucede exactamente al revés, porque mandan las minorías, especialmente las más gritonas y escandalosas, las que manejan mejor sus intereses. Díganme Ustedes si tengo razón o no: Varios miles de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, no pueden regresar a clases, porque unos cuantos dizque estudiantes se apoderaron de las instalaciones educativas. Las minorías pueden más que las mayorías y éstas van a perder el semestre. Con esto, triunfarán nuevamente la grilla, el atraso, el desorden y la mediocridad. Luego, un grupo de 300 maestros de la CENTE bloquea la autopista a Toluca, perjudicando a decenas de miles de personas que deben trasladarse al trabajo o a la escuela. Un reducido grupo de personas promueve la legalización de la mariguana y el gobierno los toma en cuenta, no obstante que la inmensa mayoría de la población rechaza la medida, por ser la antesala al consumo de drogas cada vez más potentes y porque en resumidas cuentas los vicios no traen progreso alguno a la población, sino todo lo contrario. Un grupo de políticos izquierdistas, por así convenirle a sus intereses, habla de convertir al DF en el estado No. 32 del país y dotarlo de una nueva constitución. Ese proyecto ya va caminando. La inmensa mayoría de la población no ha pedido tal cosa. En cambio, sí ha solicitado: mayor seguridad, menor contaminación y menos corrupción. Estas
peticiones duermen el sueño de los justos en las oficialías de partes de las oficinas gubernamentales. También, organizaciones de grupos gay, se reúnen con el Presidente de la República y logran que éste envíe a las cámaras una iniciativa para cambiar las leyes, de manera que parejas del mismo sexo puedan casarse y hasta adoptar niños, lo que preocupa a las mayorías porque lo consideran un atentado contra la familia y contra los niños. Nuestro democrático presidente tomó una decisión relevante sin escuchar a la mayoría. En Chiapas y Oaxaca, los maestros afiliados a la CNTE organizan plantones, no dan clases, pretenden cobrar los días que no han trabajado y no obstante ser minoría, afectan a las mayorías constituidas por cientos de miles de alumnos. En el aeropuerto de Oaxaca, un pequeño grupo de trogloditas disfrazados de maestros afiliados a la CENTE bloquearon el aeropuerto, encapsularon a la policía, apedrearon comercios, pintarrajearon fachadas y quemaron llantas. También impidieron a los pasajeros salir del aeropuerto o llegar a éste. Triunfó el desorden de las minorías sobre los derechos de las mayorías. ¡Viva México! Un último ejemplo: un reducido grupo de notables que controla las cúpulas de los partidos políticos, nos impuso como candidatos a legisladores a personas que no tienen experiencia alguna para desempeñar el cargo. Aunque uno de ellos tiene el enorme mérito de ser hijo de su papá, por cierto, un legislador que ya va de salida y que gracias a sus conectes y amarres, graciosamente le heredará el cargo a su hijito. ¡Viva la democracia mexicana! Otra candidata, escogida por algún notable, al no tener experiencia alguna,
grita a los cuatro vientos que ¡Ya basta! y pide cambios. ¿Cómo va a lograr dichos cambios, si ha sido abanderada por el partido que mas señalamientos de corrupción tiene en su contra? ¿O es que todavía no se ha dado cuenta que clase de partido la ha postulado? Otra candidata, seleccionada por el mismo grupo de notables y abanderada por el mismo partido, anuncia sus méritos olímpicos para granjearse la voluntad popular y hasta dice ser candidata ciudadana. ¿No se habrá dado cuenta esta dama que de candidata ciudadana no tiene nada y que sus méritos deportivos no son garantía de legislar con equidad y sabiduría? ¿Que están usando su imagen para captar votos y que de llegar al cargo, no la dejarán hacer nada, sino que le impondrán la línea que le dicten desde arriba? Conclusión: Las minorías van ganando terreno a las mayorías. La razón principal es que las minorías están unidas en torno a sus intereses y hacen bulla, amarres y alianzas; imponiendo su criterio. En cambio, las mayorías permanecemos desorganizadas y calladas. No participamos. Solo nos quejamos de la situación pero no hacemos nada por cambiarla y en esta vida, el que calla otorga. Por eso estamos como estamos. Si queremos cambiar para mejorar, hay que unirnos y participar en serio. Cuando menos empecemos por ir a votar este 5 de junio por quien consideremos mejor, no por quien regale más cosas u ofrezca más dinero para comprarnos el voto. De no actuar responsablemente y con verdadero amor a México, no habrá cambios y no tendremos remedio. ¿No les parece? Muchas gracias y buen fin de semana

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