Con motivo del proceso de la elección estatal debiera existir una intervención directa del equipo del precandidato Héctor Yunes Landa para que algunos miembros de este grupo político sean los que participen en las decisiones y sugieran al gobierno del estado ciertos eventos a fin de corregir la grave situación financiera y remplazar el equipo judicial para colocar en mejor posición al aspirante priista. Hacer sentir que ya están ocurriendo estos cambios como vaticinio que la situación política, económica y de seguridad va a mejorar.

Es una estrategia sugerida desde el Senado, por el propio gobierno federal y la cúpula priista al tomar la decisión que no era conveniente para Yunes Landa quitar de gobernador a Duarte de Ochoa.

Desde antes de que ocurran las elecciones deben registrarse numerosos movimientos como pagos atrasados a proveedores, contratistas, pensionados y el adeudo a la Universidad Veracruzana.
Como por arte de magia serían otros funcionarios los que estarían atentos de la administración, custodia, ejercicio y aplicación de los nuevos recursos financieros que le serán destinados al gobierno estatal.

Con ello se trataría de solucionar los problemas de pagos, se daría a conocer los nombres de los que saquearon al erario, intentar poner fin a secuestros, desapariciones forzadas, persecución activistas, asesinatos a periodistas y las violaciones a los derechos humanos.

Se le va a inyectar dinero en serio a Veracruz, se habla de una suma de 15 mil millones de pesos, que permitirán a Yunes Landa que pueda corregir el rumbo y que se avecinen buenos tiempos para los veracruzanos.

De allí la pregunta inicial de esta columna se le podrá dar oportunidad a los senadores Yunes Zorrilla y Yunes Landa que sean los gobernantes de la entidad en estos tiempos de la campaña, con el apoyo de los aspirantes a la Presidencia de la República, los secretarios Osorio Chong y Videgaray Caso que están conscientes que si se pierde Veracruz, ninguno de ellos, ni Manlio Beltrones tendría posibilidades de llegar a Los Pinos.

El mayor problema que ven en el gobierno federal es el crecimiento exponencial del aspirante de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que de acuerdo a las encuestas está al dos por uno en la entidad veracruzana y esto permite que el candidato Cuitláhuac García tenga grandes posibilidades, colocaría a los sucesores priistas de Peña Nieto en la lona. De allí que se la van jugar el todo por el todo, hasta el grado de dejar que manejen el gobierno de Veracruz los legisladores federales Yunes.

No hay otra salida

En estos dos meses se podría dar otra imagen del nuevo Veracruz, se cambiaría radicalmente la feroz campaña negativa en todos los medios. Se prohibirá que participen aquellos funcionarios que manejaron en un principio de manera desastrosa la imagen de la actividad gubernamental de Duarte de Ochoa, al grado de convertir en un serio peligro vivir en el tranquilo Veracruz que cantaba Agustín Lara.