Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
La tarea del periodista
2016-01-11 | 21:26:20
Miguel Ángel Bastenier, periodista español, famoso, dice estar en contra de los “apellidos” en el periodismo. Esto abordado en el Seminario Taller que ofreció en Colombia como parte de las acciones de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano FNPI que auspició el escritor y periodista Gabriel García Márquez.

Para empezar, Bastenier –con quien tuvimos el honor de tomar un taller de periodismo en la FILU de Guadalajara en 2008- explica lo de los apellidos en el periodismo al decir que un periodista es un periodista y que él estaba en contra de los que se hacen llamar “periodistas culturales”.

En su usual tono de autoridad y compartiendo su experiencia como director de importantes medios y de una larga carrera en el Periódico el país de España, dijo: “A mí alguien me dice, soy periodista cultural y no lo contrato. Hay que ser periodistas íntegros, procurar especializarse en periodismo cultural es una fórmula para el desempleo”.

Para Bastenier, un atributo imprescindible en un periodista es el uso correcto del castellano. Dijo que esto es el ADN de un periodista y que es necesario respetar el canon de la Real Academia Española, que incluye los modismos de distintas zonas geográficas de la comunidad hispanohablante.

Dijo, que la crisis del papel no ha llegado todavía a Latinoamérica, pero que esa es una razón más por la cual el periodista debe saber de todo. Para Bastenier el periodista debe poseer una curiosidad innata, debe ser dedicado, conocer de idiomas y dedicarse solo al periodismo. “Si no se dedican hasta las horas del sueño, no vale la pena ser periodista”, expresó. También dijo que hay que ser riguroso en cuanto a la veracidad de la información que publica. “Un periodista no puede faltarle el respeto a nadie sin la corroboración correspondiente. Entre más grave sea lo que se va a publicar, más rigurosa debe ser la corroboración” sentenció.

Volviendo al tema de las secciones, Bastenier explicó que las estas, como las conocemos hoy, no llevan más de 30 o 40 años, se empezaron a usar de esa forma después de la Segunda Guerra Mundial. Antes, en la prensa anglosajona, contó el maestro, solo se conocían las secciones “within” y “without”, es decir “dentro” y “fuera” o lo que sucede al interior de mi país o por fuera de su territorio.

También, dejó claro sus preferencias en cuanto a lo que considera periodismo de calidad, al decir que la prensa anglosajona, en especial la inglesa, siempre ha sido pionera en el periodismo y que él considera que: “No saben hacerlo mal. Nacen leyendo periódicos bien hechos”.

Para Bastenier, un claro ejemplo de esa prensa inglesa bien elaborada es la del diario The Guardian. “Esto del periodismo lo han inventado en el mundo anglosajón. No lo inventaron los franceses, los italianos, los alemanes o los españoles. Las mejores escuelas están en el mundo anglosajón”.

A partir de ahí, aprovechó para mencionar las distintas diferencias culturales entre anglosajones y latinos. Dijo que es nuestro “espíritu latino” el que nos hace ser tan románticos al intentar enfrascar todo en categorías que no guían. Por ejemplo, que una sección del diario se llame economía. “Los ingleses le llaman business. Es decir, negocios. No economía que es un término filosófico. Lo mismo con la palabra cultura, que sirve para todo. Los anglosajones a eso le denominan Arts and Leisure. “Ellos son mucho más categóricos en ese sentido y se ríen de nosotros porque el espíritu latino es muy optimista”.

Para Bastenier en muchos medios, de la prensa colombiana en específico, muchas de las secciones se terminan pareciendo. Es decir, economía, nacional e internacional. Dijo que no había secciones de Sociedad, y que esa sección era lo que el director del diario decidiera que fuera.

Volviendo a lo de Arts and Leisure, el maestro explicó que solo hasta tiempos recientes se empezó a usar la sección de Culture. En diarios como The Guardian, por ejemplo, se utiliza esa sección, pero dejan claro a partir de sus sub secciones que es lo que ellos entienden por Culture o cultura, que en su caso son noticias relacionadas con el mundo de las artes, la música, literatura, espectáculo, etcétera. Por otra parte, dijo que algunos medios, incluyendo El País, usan secciones de Tendencias que tienen zonas comunes con el periodismo de cultura.

Un claro ejemplo para Bastenier, de la teoría relacionada con las diferencias entre las secciones entre la prensa latina y la anglosajona, fue una noticia de hace años en la cual hubo un gran incendio en un museo importante de Inglaterra. Mientras la prensa latina incluyó la noticia en la sección de cultura, la prensa anglosajona lo hizo en la sección de nacional. Explicó que un evento de esa índole, es decir, la destrucción de importantes obras internacionales de arte es un evento de relevancia nacional, o internacional, dependiendo de donde estés.

Bastenier, respondió a una pregunta por parte de los participantes diciendo que lo que se crea con información no puede adornarse. También invitó a los periodistas a siempre tener un espíritu investigativo y a tener una agenda propia. Dijo que las ruedas de prensa se convocan solo para transmitir los intereses del que las convoca y que un periodista que solo espera a que le lleguen comunicados oficiales o convocatorias directas nunca será sobresaliente. “Ahora lo que se hace no es periodismo de cultura sino periodismo de convocatoria”, afirmó. No obstante, resaltó que hay algunos diarios latinoamericanos que intentan salirse de las gacetillas y de lo que él denomina “periodismo de convocatoria”.

Después de esto, el maestro explicó que lo que se denomina de manera errónea periodismo cultural, surgió primero en los periódicos como crítica de libros y en algunas ocasiones, contenidos relacionados con el mundo de la música, del arte y el espectáculo. “Lo principal de la crítica es que sea una guía para el lector”, mencionó con respecto a ese punto. También dijo que hay noticias culturales que pueden ser una mezcla de culturales, con económicas o internacionales y que por lo general esas mezclas son interesantes porque al final, todo está relacionado.

También, recomendó llevar a cabo entrevistas a personalidades, debates sobre temas que tengan un agarre dentro de la realidad, crónicas, críticas, etcétera. “Un periodismo cultural bien hecho consolida los sentimientos propios e idiosincrasia de la zona que cubre” indicó. Al preguntársele su opinión con respecto al periodismo ciudadano contestó: “Hay que darle la voz al pueblo, pero toca buscar dentro del pueblo a aquellos que sepan y tengan algo que decir”.

También mencionó que no hay diario de importancia en el Occidente que no tenga un suplemento cultural.

Retomando el tema del espíritu latino, dijo que aunque hay que emular mucho de lo positivo de la prensa anglosajona, tampoco es partidario de ir completamente hacia ese camino. Un cambio abrupto hacia ese modelo confundiría al lector y no serviría, opinó. “Si se van a hacer cambios de ese tipo, hay que hacerlos paso a paso”.

El maestro mencionó, que la circulación de los periódicos ha venido bajando y dijo que en realidad hace falta en los medios son más periodistas. “Si el trabajo no se hace en equipo es muy difícil”, pronunció. Todo ese decrecimiento en cuanto a circulación y despido masivo de empleados, explicó, es debido a la transición del modelo de negocio que vive el periodismo, debido en gran parte al auge de los medios digitales. Para él, en el futuro solo van a sobrevivir algunos medios principales.

Dijo que sí existía un nuevo periodismo, y que este era el periodismo digital. “El futuro y presente del periodismo es la convergencia”, señaló. También destacó algunas de las virtudes del periodismo digital como la facilidad de ampliación de información que brinda el hipervínculo y la capacidad de siempre poder corregir o editar, a diferencia del papel que lo que se publica quedó de esa forma para siempre. No obstante, considera que todo lo que ha podido aprender un periodista formado desde el papel le sirve para lo digital, teniendo en cuenta que los estándares de honestidad, rigurosidad, investigación, profesionalismo, etcétera, son inamovibles, a pesar del medio en el cual se esté llevando a cabo la difusión.

Bastenier, recordó una vez más que lo principal en un periodista es la investigación. Dijo que ningún medio de importancia publica ni una sola línea de agencia y que todos le dan una gran relevancia a la investigación. Después pasó a hablar de las cuatro plagas del periodismo latinoamericano que son para él, la Declaracionitis, o hacer periódicos de lo que dice la gente, Oficialismo, que significa publicar todo lo que nos mandan los medios oficiales, la tercera es la Superpolitización y la última es que no haya Periodismo Internacional.

Con respecto a que no haya periodismo internacional, Bastenier reveló que se relacionaba con la falta de fondos para tener corresponsales en todas partes. Dijo que un diario como El País o Le Monde tiene al menos 13 o 14 corresponsales esparcidos por el mundo. Corresponsal para Bastenier es alguien que trabaja 24 horas para el diario y que tiene que responder a cualquier hora frente a un cubrimiento especial. “Es por eso que ganan más dinero” expuso. No obstante, mencionó que si no había recursos para llevar a cabo periodismo internacional de calidad, una solución era fortalecer el cubrimiento local. “Los diarios tienen que competir en donde ganen. Es decir, en lo local”, dijo Bastenier.

Para concluir, dice: retomó algunos de los conceptos como el hecho de que el periodista está para traducir los argots de gremios como el económico, jurídico, etcétera, y que la palabra “cultural” contamina al sustantivo “periodismo”. “El periodismo debe saberlo todo”, dijo el maestro, además de decir que hay que procurar hacer periódicos útiles, que sirvan al ciudadano promedio.

Cambiando el tema hacia el de la publicidad en los diarios, Bastenier dijo que no había que ser ultra puros en ese sentido y que un periódico que no tiene publicidad es un mal periódico porque no conecta a su medio con la sociedad.

Una de las recomendaciones más destacadas de Bastenier fue buscar noticias que sean una denuncia acerca de que algo está mal o hay que mejorar. En otras palabras: hacer periódicos de malas noticias o de lo que no funciona. Para sustentar su idea puso un ejemplo de un medio estadounidense que intentó hacer un diario de solo buenas noticias, pero que el negocio no les duró ni cinco meses. Su conclusión fue que a las personas les interesa leer aquellas noticias que reflejan lo que hay mal en la sociedad, lo cual también es un dogma de la literatura. “Hay que aplicar la regla de las tres D: dinero, drama y diversión”.

Además de algunas correcciones puntuales con respecto al uso apropiado del castellano en los trabajos presentados por los participantes, Bastenier también mencionó que los periodistas latinoamericanos tienen la tendencia de sobre escribir, o de repetir muchas veces ideas y no ser “ahorrativos” con las palabras al usar las menos posibles.

Aquí valdría la pena abonar como diría don José Pagés Llergo, los periódicos se hacen con periodistas, y esto viene a colación, porque la entrevista del siglo fue para un actor estadounidense y no para un autentico periodista de estos lares, esa es la paradoja.

De todos modos el documento existe y la entrevista es entrevista y sin el rigor periodístico, muchos dicen, suerte de principiante. Bienvenido al gremio Sean Penn. Ahora comenzará a sentir lo que es ser periodista en estos lares. Así las cosas.



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