El enredo fraudulento de la indescifrable obra del túnel sumergido de Coatzacoalcos será el tema obligado que se abordará en estas campañas electorales de los candidatos de los partidos políticos que se confrontarán para obtener el triunfo de este distrito.

La obra ha sido un gran negocio donde están seriamente involucrados altos funcionarios estatales, no existe la menor duda. A fin de que no trasciendan estas corruptelas están negociando para que una pequeña partida de recursos públicos pueda ser recuperada.

Los nombres de los anteriores secretarios de Comunicaciones como el exdantista José Guillermo Herrera, el propio funcionario Gerardo Buganza Salmerón que anuncia la reanudación de los trabajos de dicha, costosa y enmarañada, construcción con el compromiso de concluirla al terminar el presente año, después de doce años que se iniciaron los trabajos.


Otra vez el IEV

Se ha manejado en numerosas ocasiones que el Instituto Electoral Veracruzano es la cueva de Ali Baba, por lo que resulta inexplicable intentar renovar esta dependencia con el mismo personal, en una institución cuya mala fama pública ha trascendido más allá de las esferas mediáticas.

Numerosas denuncias de candidatos ganadores a puestos de elección popular que se les bloquea para que no encuentren el cauce legal.

La semana pasada se dieron a conocer las escandalosas partidas que se reparten entre los consejeros que comanda Carolina Viveros. Personaje con la que existen favores electorales de pasadas administraciones. Hay acusaciones incluso de corrupción de plazas vacantes pero alguien las cobra como si estuvieran ocupadas y existe el temor de los que si trabajan de ser despedidos.

Los funcionarios del IEV son intocables porque existen compromisos y componendas en esta difícil época que se avecinan nuevas elecciones tanto federales como estatales.


¿Dónde está el dinero?

Con una difícil situación se encontró el nuevo titular de Educación, el notario Flavino Ríos Alvarado, al enterarse que 32 mil becarios no han recibido ese apoyo económico desde hace seis meses.

Son estudiantes de escasos recursos que viven al día y que dependen de esa aportación para su sobrevivencia.

Supuestamente la visión de los funcionarios de la Secretaria de Educación es diferente, al asegurar que no resuelven la situación económica y que se trata de una pequeña ayuda como un incentivo para su aprovechamiento educativo.

La miseria es una enfermedad, si no se cura en la etapa de la juventud tiende a ser crónica. El problema de ser pobre es que se ocupa todo el tiempo.

En los discursos políticos se poetiza y habla de teorías pero en la realidad esta no ocurre, cuando se carece de los más elementario.

Lo grave para Ríos Alvarado es que desconoce en que bolsillo quedaron esos recursos públicos.

Se le reconoció al titular de Educación la manera como afrontó el problema al aceptar que se deben seis meses y que esta realizando un esfuerzo para que se cubran esos recursos federales a los jóvenes que amenazan con manifestarse.