Por Catón
Columna: De política y cosas peores
'Se los advertí '
2014-07-03 | 10:17:29
Se llamaba Másculo -”Con acento en la a,
por favor”, insistía siempre-, y se apellidaba
Machín. Vivía en el piso alto de un edificio
de departamentos. A través de la ventana
veía por las mañanas a una hermosa mujer
de esculturales formas cuyo departamento
estaba frente al suyo, patio de por medio.
La exuberante dama se mostraba en
ropas bastante menores, pues no traía ninguna.
Él la miraba embelesado, y al verla
sentía en su interior -y en su exterior más- el
urente llamado de la carne, tan potente que
suele anular en los humanos todo sentido
de la sindéresis y la ponderación.
Por causa de esa pasión insana el rey
Rodrigo. (Nota de la redacción: Nuestro
estimado colaborador narra en 14 fojas
útiles y vuelta la leyenda del rey Rodrigo y
la pérdida de España, relato que, aunque
interesante, nos vemos en la penosa necesidad
de suprimir por falta de espacio).
Cierto día la tentadora fémina le hizo
una seña a Másculo -con acento en la a, por
favor- como invitándolo a que la visitara.
Calculó el excitado Machín cuál sería el
departamento de la bella, y a toda prisa se
dirigió hacia él poseído de ignífera pasión.
Llamó a la puerta y ¡oh sorpresa!: se había
equivocado.
En vez de ver a la muchacha se encontró
frente a un negro de estatura gigantea y
musculatura de coloso que sin decir palabra
lo introdujo en su departamento y lo
hizo sufrir un destino peor que la muerte.
Mohíno, encalabrinado, Machín volvió a
su habitáculo a rumiar aquella desventura.
Al día siguiente sucedió lo mismo: la bella
mujer le hizo la seña invitadora; acudió
él tratando de calcular mejor cuál sería el
departamento de la hurí; se equivocó de
nuevo, y otra vez cayó en manos -y todo
lo demás- del musculoso negro. Cuatro o
cinco veces más volvió a pasar aquello.
Finalmente un día Másculo acertó.
Llamó a la puerta y le abrió la guapísima
dama, que no llevaba encima más que unas
cuantas gotas de Chanel número 5. “Pasa”
-le dijo con sugestiva voz al tiempo que hacía
a un lado una de las gotas para verse aún
más provocativa. Respondió Másculo (con
acento en la a, por favor): “Perdone usted.
En realidad vengo buscando al negro”...
La palabra “forúnculo” es sonora, lo
mismo que muchos términos esdrújulos.
Nada grata es la manera en que el diccionario
la define: “Inflamación purulenta
producida por la infección bacteriana de
un folículo piloso”. (¡Uf!). Cuando en la
escena pública advierto la presencia de
alguien que esgrime armas sin tener para
ello autoridad legal, eso me basta para
descalificarlo automáticamente.
Lo hice con el llamado subcomandante
Marcos -ya no recuerdo cómo se llama
ahora-; lo hice también con las sedicentes
autodefensas que surgieron en Guerrero y
Michoacán. Algunos espíritus románticos
vieron un héroe en aquel encapuchado que
según su propio dicho era sólo una botarga,
y otros consideraron que quienes integraban
esos grupos armados eran auténticos
luchadores de la sociedad civil que salían
a defender sus derechos y los de la comunidad.
Ahora esas bandas, y quienes las han
dirigido, son para el Gobierno un forúnculo
en salva sea la parte, “a pain in the
ass”, si me es permitido usar una locución
de extranjis. Y es que la ley no se puede
cumplir apartándose de la ley. El desdén
por el orden jurídico siempre trae por consecuencia
el desorden social.
Quienes legitimaron a las autodefensas
empiezan a ver ahora el resultado de su
indebida permisión. A tiempo se los dije, y
desoyeron mi consejo. No vengan ahora a
mí en solicitud de ayuda. En primer lugar
yo se los advertí, y en segundo esta tarde
me voy a ir al cine a ver Maléfica.
La adivinadora de la suerte le anunció
a la ranita: “Conocerás a un guapo muchacho
que querrá saberlo todo acerca
de ti”. “¿Dónde lo conoceré? -preguntó
ansiosamente la ranita-. ¿En un bar? ¿En
una fiesta?”. “No -le dice la adivinadora-.
En el laboratorio de la clase de Biología”...
“Fui al cine -relató Babalucas-, pero
nunca abrieron la taquilla. Y la película
se veía interesante: ‘Cerrado por reparaciones’”...
Un buen amigo consoló a Meñico Maldotado,
infeliz joven con quien la naturaleza
se mostró avara en la parte correspondiente
a la entrepierna: “No te mortifiques.
Tus parejas ni siquiera se fijarán en eso.
Estarán demasiado preocupadas por el
tamaño de sus bubis”...
¿Qué es lo peor que una madre le puede
decir a su hijo? “Debí haberte comido cuando
tuve la oportunidad”. (No le entendí).
FIN.

MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
Historias del señor equis y de su
trágica lucha contra La Burocracia.
El Funcionario del Estado hizo llamar
al señor equis y le dijo:
-Nuestros Registros muestran que
ayer vendiste un alfiler.
-Así es -admitió con angustia el
señor equis-. Vino a mi tienda una
señora, y le vendí un alfiler en 2
centavos.
Replicó El Funcionario con severidad:
-Pero no le hiciste una Factura Electrónica,
ni nos reportaste la venta
que hiciste. Irás a la Cárcel y te decomisaremos
todas tus propiedades.
Preguntó, tembloroso, el señor
equis:
-¿Me darán un Recibo Electrónico?
Contestó el Funcionario al tiempo
que le volvía la espalda:
-Nosotros no damos recibos.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“...Sale Estados Unidos de la Copa
del Mundo”.
También -pregunta infeliz
que mi molestia denotatras
sufrir esa derrota
¿se acabará aquel país?

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