Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Planear para mañana
2014-06-29 | 10:32:20

Un tipo le dijo a otro: “Te necesitamos para completar el cuarto”. Preguntó el otro: “¿Dominó?”. Responde el primero: “No. Orgía”...

Relató otro individuo: “Mi esposa me dijo que combináramos nuestros intereses. Así, el próximo sábado yo haré una orgía, y ella venderá artículos de tocador entre los invitados”...

En la celebración de sus bodas de oro matrimoniales el señor se puso en pie, levantó su copa y dijo: “Quiero brindar por la persona que a lo largo de estos 50 años me ha acompañado en las buenas y las malas; me ha dado consuelo en la desdicha, y me ha brindado su consejo y su ayuda en tiempos de dificultad. ¡El cantinero del club!”...

En la noche del Titanic un pasajero borracho le dijo a su compañero de ebriedad: “No te preocupes, Grogo. Están inclinando el barco para llenar la alberca”...

El doctor Ken Hosanna andaba mohíno. Le preguntó un colega: “¿Qué te pasa?”. Responde el facultativo: “¿Recuerdas el viejo dicho según el cual una manzana al día mantiene alejado al médico?”. “Sí lo recuerdo -dice el otro-. ‘An apple a day keeps the doctor away’”. “Bueno -completa, hosco, el galeno-. Todas las noches al irnos a la cama mi mujer me pone enfrente una manzana”...

El sábado Empédocles Etílez compró dos cajas de cerveza en vez de una. Le explicó a su esposa: “Siempre me estás diciendo que planee para el día de mañana”...

Babalucas le reclamó a la empleada de la biblioteca pública: “Deberían ustedes escoger mejor los libros que ofrecen. El último que me llevé estaba muy aburrido: demasiados personajes y nada de acción”. La empleada se vuelve hacia la directora y le dice: “Ya apareció el que se llevó el directorio telefónico”...

La señora salió del consultorio del doctor Wetnose, ginecólogo, y le dijo a su marido, que la esperaba en la recepción: “Tenía yo razón, Gualterio. Eran aspirinas, no pastillas anticonceptivas”...

El papá de Rosilita subió al tejado de la casa para tapar una gotera. Perdió pisada y cayó desde lo alto. Dolido, quebrantado, pudo apenas llegar a la puerta y tocar el timbre. Abre la niña, ve a su papá así, todo maltrecho, y le pregunta: “¿Qué me trajiste?”...

Pepito recibió en la escuela la primera clase de educación sexual. Al salir del salón le dice a su amigo Juanilito: “No sé tú, pero para mí las caricaturas de la tele acaban de perder todo interés”...

Antes las parejas tenían que casarse para saber de sexo. Ahora tienen que saber de sexo para no casarse...

Don Chinguetas llegó a su casa y encontró a su esposa Macalota bañada en lágrimas. “¿Qué te sucede?” -le preguntó alarmado. “Es mi telenovela -respondió ella entre sollozos-. A la protagonista le detectaron una enfermedad terminal. Su esposo fue la ruina a causa de un mal negocio que hizo.

La hija de ellos quedó embarazada de un hombre casado. Su hijo está en la cárcel por tráfico de drogas. Los abuelos perecieron al incendiarse su casa.”. “¡Qué barbaridad! -exclamó don Chinguetas-. ¿Cómo se llama esa telenovela?”. Responde doña Macalota entre sus lágrimas: “Se llama ‘La vida es bella’”...

Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, logró por fin que Susiflor, muchacha candorosa, fuera con él a su departamento. La invitó a sentarse en el sillón de la sala, le sirvió una copa, y luego se sentó a su lado y apagó la única lámpara que había encendido. La ingenua chica le preguntó: “¿Estás ahorrando energía?”. “No -replicó el salaz sujeto-. Me dispongo a gastar toda la que tengo”...

Un campesino fue al pueblo a vender un pato. Pasó por el cine y le atrajo la película. A fin de poder entrar se metió el pato abajo del pantalón. El hombre acertó a quedar junto a Himenia Camafría, madura señorita soltera, que había ido al cine en compañía de su amiguita Solicia Sinpitier, célibe como ella.

Cuando se apagó la luz el pato sacó la cabeza por la bragueta del pantalón del campesino. Llena de inquietud la señorita Himenia le dijo por lo bajo a su amiguita: “Algo se le salió del pantalón al hombre que está a mi lado”. “No hagas caso -le dijo también en voz baja Solicia-. Todas son iguales”. “Ésta es diferente -repuso la señorita Himenia-. Se está comiendo mis palomitas”. FIN.







Mirador

Armando Fuentes Aguirre


Historias de la creación del mundo.

En los primeros días de la creación Adán se dirigió al Señor.

-Padre -le pidió-. Por favor haz a la mujer.

-Te entiendo -dijo en su bondad infinita el Creador-. Haré a la mujer.

-Luego -volvió a pedir el hombre- haz el futbol.

-¿El futbol? -se sorprendió el Señor-. ¿Para qué?

Explicó Adán:

-Si no hay mujeres ni futbol ¿entonces de qué diablos vamos a hablar los hombres?

¡Hasta mañana!...


Manganitas

por Afa

“...Hoy se juega el partido Holanda-México”.

Dijo un tipo desolado

y con tono de desgana:

“Debió ser entre semana.

¡No habríamos trabajado!”.

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