No hay ninguna prisa para homologar la reforma electoral en el estado de Veracruz, señaló el gobernador Duarte de Ochoa. Los aceleres del PAN y el oportunismo de los perredistas, aunado al sueño de secretarios del gabinete por disfrutar del “pinche poder”, aunque sea por dos años, se pospuso. Se canceló de golpe y porrazo de manera temporal
Ya lo había advertido el documentado analista Vázquez Rigada sobre la imposibilidad legal de las facultades de un congreso local para reformar la Constitución estatal.
El escándalo político de un gobierno de coalición o la de un gobernante que fuera designado sin que hubiera el proceso electoral, era simplemente un atentado a la inteligencia del pueblo veracruzano.
Duarte de Ochoa señaló que primero habría que estudiar, analizar y escuchar a todos los sectores de la sociedad.
No debería causar ninguna sorpresa cómo se mueven los políticos de los diferentes partidos en la entidad veracruzana. Es la entidad donde ocurren el mayor número de enroques de funcionarios de supuestamente ideología de la derecha, que se cambian de la noche a la mañana a la del autoritarismo del viejo PRI que regresó al gobierno federal. Los ejemplos de Gerardo Buganza, de Ramón Gutiérrez, Julio Saldaña, Silvia Monge, Baruch Barrera, Guillermo Herrera, la lista de quienes se cambian de camiseta como si fuera de ropa interior, es interminable.

La visita de Chuayffet
El anuncio lo tenía que hacer en Veracruz el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, sobre la campaña nacional en contra del rezago educativo por el elevado número de analfabetas que existen en la entidad.
Se olvidó en esta ocasión de las protestas de los maestros que están en contra de la reforma educativa y que la líder perpetua del SNTE, Elba Esther Gordillo permanece en un reclusorio acusada de haber desviado decenas de miles de millones de pesos, que hubieran mejorado el nivel de enseñanza del país.

La memoria del PRD
De pronto le salió la vergüenza a Jesús Zambrano, líder nacional del PRD que tenía que mostrar que era miembro de un partido de ideología de izquierda y que no estaba de acuerdo con la propuesta del presidente Peña Nieto, de darle a Televisa todas las facilidades para que su monopolio de la comunicación electrónica se extendiera.
Denunció ahora que era una regresión autoritaria el planteamiento del gobierno federal sobre las leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones y que estas favorecen a los intereses de la empresa de Emilio Azcárraga Jean, en su tarea de monopolizar la opinión pública en el país.
Debe tener el líder perredista algunas razones de incumplimiento económico para mostrar esta rebeldía hacia una administración priista con la que había trabajado de común acuerdo en los últimos meses.
Esta nueva forma alejada de la sumisión podría ser trasladada hacia sus huestes del comité estatal en Veracruz.
Jesús Zambrano ahora amenaza con agravar su incondicional apoyo a la reforma energética. Algo especial no le cumplieron al jefe de los “chuchos”.