Escribir a veces es una chinga dijo Elena Poniatowska al recibir la Medalla Bellas Artes en la Ciudad de México y qué razón tiene, las palabras siempre incomodan a quien no les favorecen o a quienes se hacen acreedores a la crítica o la sugerencia.
Y así como diría Elenita quien fue galardonada con un reconocimiento más por su destacada trayectoria, los ricos mexicanos son “los más pinches del mundo” y por ello “nunca he pretendido ser escritora, he pretendido ser periodista porque nunca he tenido respuestas, he tenido preguntas”.
Por cierto, que hablando de cosas que no a muchos agradan, dicen que la expresión “no se hagan bolas”, es la favorita de Tomás Carrillo, y que anda soltando desde la Cuenca hasta la capital, quien dice ya tiene amarrada la candidatura a diputado federal por el distrito de su querida tierra, Cosamalopan.
El político señalado, por muchos paisanos, de neocacique cuenqueño, quien superó con creces a los Chiuntis y Arróniz, y que es dueño de prósperas tierras que administra su familia, es, curiosamente uno de los pocos cosamaloapeños que no ha sido afectado por la delincuencia que sentó sus reales en la zona y que mantiene con el alma en vilo a casi todos los pobladores.
A los Carrillos de pronto ni los tocan –dicen los pobladores- a pesar de que son de maletas pesadas; pero bueno –dicen otros- quizá Tomás Carrillo, como se cuenta a los cuatro vientos, armó bien el pacto de paz con los malosos, cuando fue subprocurador, y por eso se siente tranquilo no sólo por la protección que se le brinda sino también porque dice estar ya palomeado en la lista de candidatos a diputados federales, y por ello, incluso se ha atrevido a madrear, literalmente, al primogénito de Fidel Herrera Beltrán, quien recientemente fue a la zona como reza un dicho popular a “medirle el agua a los camotes”.
Dicen los lugareños, que el joven Javier Herrera Borunda se encontró, en su última visita a la región, con el cacicazgo de Tomás ¡así, las cosas¡; ahora los cuenqueños señalan que en una de esas, a Tomás Carrillo se le aparece la virgen o el Cristo de Otatitlán y le leen su cartilla de pecadillos, los que cometió en la subprocuraduría, en la Sedarpa con Javier Duarte, en la subsecretaría de Gobierno y ahora en el Instituto nacional de Migración, en donde dicho sea de paso, está siendo investigado por el gobierno de Peña Nieto por el posible involucramiento en una red de trata de blancas. ¡Así las cosas¡
Y bueno hablando de la inseguridad y la seguridad, ayer el Gobernador Javier Duarte de Ochoa dijo que lo que ha faltado es tiempo para capacitar a mayor número de policías, pero se trabaja en ello y es que por sí no fuera suficiente ayer fue asaltado otro banco más en la ciudad de Veracruz.
Al arribar a la casa del alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, con quien sostuvo una reunión privada, señaló “lo que necesitamos es tiempo, no existe una tienda donde se pueda comprar policías, se tienen que formar, hacer, capacitar y seleccionar y eso es un proceso que lleva tiempo. Llevamos ocho generaciones ya de policías con el nuevo modelo, tener una mejor policía, necesitamos tiempo, es una institución que estamos creando”.
Según el titular del Poder Ejecutivo, destacó que el empleo es un área mayormente atendida en su gobierno, por ser la mejor política pública de combate a la inseguridad, pobreza y marginación “yo me comprometí a crear 400 mil nuevas fuentes de empleo formales, llevamos tres años y meses, y llevamos más de 270 mil creadas con nombre y apellido y con seguridad social, con prestaciones”, indicó.
Al Gobernador le cuestionaron una vez más sí habría cambio en la Secretaría de Seguridad Pública que actualmente preside, Arturo Bermúdez Zurita, a lo que, nuevamente, respondió que su colaborador ha hecho un buen trabajo y un buen papel, pues se está refundando la Policía del Estado y muchos esfuerzos se han hecho también para que los policías municipales sean confiables, pues lo ideal es que los 212 municipios optaran por ese esquema. Así las cosas en la entidad donde los asaltos siguen a la orden del día.
(@magzamu)