Ya Héctor Yunes Landa lo había advertido en el mes de enero, al precisar que él no es de esos político “sacatones” que no se expresan sobre “temas prohibidos”, en franca referencia a sus aspiraciones. Y este fin de semana lo confirmó al declarar a medios de comunicación que no se trata solo de un anhelo, sino que él será el próximo gobernador de Veracruz.
Las reacciones no se hicieron esperar con claros signos de enojo, ocultados en una máscara de indiferencia o de poca importancia; la realidad, es que ocasionó irritaciones, alborotando a los priista.
Al respecto, el gobernador Javier Duarte fue cuestionado, respondiendo que “no por mucho madrugar, amanece más temprano” y luego exclamó “todo se vale, a mí no me sorprende nada, cada quien tiene sus estrategias, son muy respetables”.
Luego no dejó pasar el hecho de señalar que en la Cumbre Tajín también se dio el turismo político, en clara referencia al senador y ya de paso dijo que se recargaron de energía con miras al futuro electoral; de ello también fue cuestionado el secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, quien también aspira al cargo, a pesar de negarlo por aquello que llaman disciplina.
Pero en reuniones y entre amigos, Lagos no escatima dejar en claro sus aspiraciones, por ello al ser cuestionado por medios de comunicación, sobre lo declarado por Héctor Yunes, el flamante encargado de la política interna enmudeció y se limitó a precisar que ello no era tema, para así evadir las preguntas y cambiar de tema.
Yunes Landa no cuenta con la simpatía de los Duartistas, y menos con la de quien directamente encabeza la titularidad del poder ejecutivo en la entidad, por ello seguramente está cierto que nada tiene que perder y sí mucho que ganar con sus declaraciones, porque al final de ellos, no recibirá apoyo alguno, pero sí por el contrario una guerra sucia, la única diferencia es que hoy la próxima gubernatura de la entidad –con el retorno del PRI a la presidencia- no se decidirá aquí.
Así es que Héctor ya ha dado claras muestras de que le tiene sin cuidado que ciertos personajes no le apoyen; es político de antaño, conoce el estado, lo ha recorrido cientos de veces y sabe que sus posibilidades no radican en tener la bendición del gobernador Javier Duarte, por ello se dice preparado para lo que viene.
Otro síntoma que ha irritados al mandatario estatal es la unidad que conforman los Yunes, de ahí que en su último informe de labores, llevado a cabo en Martínez de la Torre, estuvieran presentes los otros aspirantes al gobierno de la entidad, los senadores, José Yunes Zorilla y el panista Fernando Yunes Marques, hijo de Yunes Linares.
Yunes Landa precisó que las encuestas lo colocan en primer lugar y en la simpatía de los veracruzanos y aseguró que su partido no puede cuestionarle nada, pues cuenta con el apoyo de la militancia y ha ocupado varios cargos públicos, recordando que siempre ha sido priísta, comenzado con la dirigencia juvenil, la dirigencia nacional, actualmente coordinador en cuatro estados, diputado y senador.
El priista confió en que atrás quedó la imposición y aseguró: “el PRI ya aprendió y ha dejado de imponer a sus candidatos por medio del “dedazo; hay una gran competencia política, debemos olvidarnos de la imposición de los aspirantes”.
Mientras tanto la guerra entre quienes aspiran pronto subirá de nivel y sino que le pregunten al vocero y coordinador de comunicación social que se mandó a publicitar como triunfador de lo que absurdamente llamo debate y que no fue más que una pobre discusión con escasos niveles de argumentación, con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, para así presumirle a su jefe que es el único funcionario que se atreve a increpar al temido y odiado personaje, en un afán de agradar y seguir siendo contemplado entre los suspirantes al gobierno de la entidad.

@magzamu