Por Magda Zayas Muñoz
Columna: Momentos
Quieren imponer a Raúl Díaz Diez
2014-03-12 | 22:04:38
Las molestias entre priistas no se hicieron esperar, en cuanto se dio a conocer, que el grisáceo delegado de la Secretaria de Educación de Veracruz, Raúl Díaz Diez, podría ser el próximo dirigente municipal del PRI en el puerto de Veracruz –dicho por él mismo- situación que más que –dicen los que saben- más que beneficiar al tricolor seguro le afectara.
Peor aún, según lo expresado por los mismos militantes, la llegada de tan frio personaje, también perjudicara a la actual administración municipal que encabeza Ramón Poo Gil y es que Diez no cuenta con la simpatía y muchos menos estructura, conocimientos y poder de movilización que le permita atraer votos a favor del PRI en el próximo proceso electoral de 2015, donde se habrán de elegir a los nuevos diputados federales.
El aún Delegado presume de estar apadrinado por la líder estatal del PRI, Elizabeth Morales García y por la embajadora y ex líder nacional del mismo partido, Beatriz Paredes Rangel, asegurando que su llegada ya está prácticamente “amarrada” y así ha generado una corriente de disgusto y decepción porque su designación, ¡más no elección! significará que el PRI sigue siendo anquilosado y presa de los mismo vicios que le han costado la derrota en interminables ocasiones.
La llegada del citado personaje significaría que el PRI no tiene la menor intención de fortalecerse y por el contrario dividirlo y debilitarlo con miras a perder los próximos comicios que significan un medidor para la elección del próximo gobernador, por lo que los resultados de 2015 son sumamente significativos.
Y al mismo implicaría que Ramón Poo -quien como alcalde debería ser guía y líder natural del priismo en su municipio- estaría siendo presa de su propia inexperiencia, sin asesores políticos confiables, desconociendo toda forma de hacer política –sin mover hilos y sin tejido fino- para convocar a un proceso de selección y elección que genere la unidad y la fortaleza y no la división y la ruptura.
Dicen los conocedores, que Ramón se sigue observando como un alcalde débil, sin poder y sin liderazgo, por ello el permitir que Raúl Díaz llegue, solo lo confirmaría; por cierto que a Poo también le afecta la cercanía de colaboradores como Aldo Iván Vázquez Cárdenas en la Dirección de Gobernación y Carlos Troncoso, impuestos por la diputada Anilú Ingram Vallines, quienes realizan campaña negra en contra de su mismo partido.
Así es que, sí el alcalde veracruzano no saca la casta y el carácter –que debió heredar a su padre- pudiera pasarle lo que a muchos exalcaldes, que nunca lograron un buen desempeño, pagando las consecuencias de sus actos en la banca política; por lo que, sí el partido tricolor se vuelve un caos, ello pudiera reflejarse en las elecciones federales y el responsable político directo, en esa región, sería Ramón Poo, pero creo que eso no le ha quedado claro aún.
Si de fortalecer a su partido se trata, lo correcto sería la realización de un proceso más abierto –no un teatro, sino una realidad- considerando a todos los aspirantes y consultando a la estructura y militancia del partido, una autentica y real consulta a la base.
Pero mientras tanto “la línea” dicen favorece a Díaz Diez –quien garantizaría la unión de los priistas, ¡si claro, la unión, pero en su contra!- según los militantes de arraigo quienes aseguran que para la militancia sería un insulto la imposición del aún Delegado de la SEV, equiparable a la designación que el PRI hiciera en Boca del Río, al nombrar como delegado a un panista venido a diputado priista.
¡Sí, así es! Nos referimos a José Ramón Gutiérrez de Velazco quien coordinara los trabajos de la elección municipal sin conocer los estatutos y mucho menos la estructura del tricolor ¡así las cosas en el PRI que va de mal a peor!
(@magzamu)

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