Robinson Manzanilla, más que favorecer, perjudicará, al Procurador

Sin duda los cambios siempre albergan expectativas de mejoría y así el Procurador de Justicia del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras realiza los movimientos que considera pertinentes en la búsqueda de mejoría, en la difícil terea de procurar imparcialidad a los veracruzanos, y donde los retos por venir con la implementación del nuevo sistema de justicia penal adversarial, son considerables.

Ayer, el fiscal, nombró como nuevos funcionarios: Almirante DEM, Rogelio Gallegos Cortés, como director general de la AVI, en sustitución de Mario Delfín; al Vicealmirante Tomás Enrique Duarte, como Jefe de Operaciones e Investigación Policial de la corporación; Arturo Herrera Campillo, Subprocurador Regional de Veracruz; Luis Antonio Hernández, subprocurador de Supervisión y Control; Leopoldo Antonio Muñiz Descalzo, subprocurador de Asuntos Indígenas y como Director Jurídico, César Ariel Robinson Manzanilla.

Éste último, seguro obedece a una mala recomendación hecha al Procurador de algunos de sus colaboradores y a modo de consejo, tomando en cuenta la fama publica del juez con licencia, lo conveniente sería que el Procurador rectificara, después de que los propios ciudadanos son quienes relatan los casos de corrupción de los que fueron objeto cuando su expedientes caían en el juzgado a su cargo.

Resulta poco lógico que Robinson Manzanilla sea el nuevo director jurídico de la procuraduría, cuando aún en funciones de juez en materia penal, se negaba a aceptar la llegada del nuevo sistema de justicia, que erradicará, en gran medida, las viejas prácticas de corrupción, y así una vez que se enteró, de que los juicios orales eran una realidad, al implementarse en el mes de mayo en los distritos judiciales de Xalapa y Orizaba, de inmediato solicitó su cambio.

Prácticamente huyendo del nuevo sistema de justicia penal, ahora se refugia en la procuraduría general de justicia, de quien también, se dice, recibió innumerables gratificaciones por emitir resoluciones a modo; la llegada de Robinson es muy mal vista por abogados litigantes, quienes conocen la trayectoria del juez con licencia, quien huyó de lo que ya no le resultaba un negocio.

Los casos de corrupción en los que se ha visto involucrado, son innumerables, por ejemplo, cabe recordar la suspensión de la que fue objeto en febrero de 2010 por el consejo de la judicatura tras una omisión que afectó la resolución de un juicio y, al mismo tiempo, no dar conocimiento sobre irregularidades en la integración del citado expediente, a la Procuraduría General de Justicia.

En marzo del mismo año 2010, padres de una pequeña, denunciaron la liberación arbitraria e ilegal que realizó Manzanilla, de un hombre que violó a su menor hija, argumentando que sus progenitores presentaron las pruebas a destiempo.

En diciembre de 2011, el maestro Salvador Canseco Flores denunció que Manzanilla le exigió 25 mil pesos a su defensa legal, a cambio de dictar un auto de libertad en un juicio relacionado con un conflicto sindical, así es que ante el riesgo de ir a la cárcel, luego de que el juez dictó la formal prisión, decidió denunciar la corrupción.
En aquel entonces, el dirigente de un movimiento opositor dentro del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación en Veracruz (SITEV) relató que este conflicto se había originado durante el proceso estatutario de renovación de la directiva gremial que originó una riña, y él fue denunciado por lesiones, sin embargo le fue dictada una orden de aprehensión en su contra.

Esos, son solo algunos casos que fueron hechos públicos, pero lo cierto es que hay quienes ya ordenan las pruebas y expedientes en contra del juez con licencia que al amparo del poder cometió sin número de irregularidades e injusticias, de ahí la negación y escape del nuevo sistema que le impediría seguir con sus prácticas.

Luis Ángel Bravo, seguro fue mal aconsejado, tiene en sus manos la posibilidad de corregir el nombramiento o bien observar con lupa el actuar de Robinson, ya que su actuar pudiera afectar la imagen de la procuraduría a su cargo; Se encuentra a tiempo de enderezar dicho nombramiento, porque en cambios como el aquí señalado, las expectativas son pocas y los perjuicios pudieran ser muchos.

Contrario a ello, un cambio aplaudible, es el de Leopoldo Antonio Muñiz Descalzo, como subprocurador de Asuntos Indígenas a quien siempre le ha caracterizado un buen desempeño, amparado en sus conocimientos y en su constante preparación para mantenerse actualizado y capacitado en la función del derecho.