En busca de mejores condiciones de vida y encuentran la muerte

Apenas el marte, una vez más, centroamericanos fueron víctimas de vejaciones de parte de integrantes de la delincuencia organizada en su paso por Veracruz mientras viajan en un tren de carga, conocido como la bestia; la cifra oficial es de dos muertos, aunque testigos presenciales señalaron que fueron aproximadamente 10 los compañeros masacrados por delincuentes que les exigían 100 dólares para no lanzarlos a las vías, y a pesar de recibir la cantidad solicitada fueron violentados.
Todos los años pasan por México millares de migrantes con la esperanza de comenzar una vida nueva en Estados Unidos y escapar de la pobreza extrema y la inseguridad que viven en sus países, pero en su paso por estados como Veracruz, Tabasco y Oaxaca, es donde encuentran la muerte ante la complicidad de las autoridades que no hacen nada por detener a delincuentes que con pistolas en mano y machetes, roban, violan, torturan y asesina a migrantes, mutilándolos o arrojándolos a las vías del tren.
Ahí al lado de sus cuerpos ya sin vida, se observan sus mochilas que llevan acuestas, cargando las esperanzas de un futuro mejor para ellos y sus familias –sueño que finalmente termina en una trágica- años vienen y van y la situación es la misma; muchos de ellos, lo más jóvenes, mujeres y adolecentes son secuestrados y adiestrados para ser enfilados en la delincuencia organizada.
La mayoría de las personas migrantes son de Centroamérica, comenzando la peligrosa travesía mexicana de su viaje al cruzar los estados fronterizos de Chiapas o Tabasco desde Guatemala, un viaje peligroso; es más que clara la complicidad de funcionarios de diverso rangos y niveles con quienes cometen tan reprobables acciones.
En muchos de los casos, la cadenas de refugios dependientes de la Iglesia católica y ciudadanos, brindan una esperanza a quienes han sido lastimados o se encuentran hambrientos porque les ha sido robado todo; a pesar de convenios, acuerdos y discursos la situación es la misma; Amnistía Internacional ha requerido a las autoridades federales de México elaboren y dirijan un plan de acción con objeto de coordinar la respuesta de todas las instituciones a escala federal y estatal para respetar y proteger los derechos de las personas migrantes.
Pero nada ha pasado, los relatos son estruendosos y día a día cientos de centroamericanos son asesinados en el más cruel de los abandonos de las autoridades locales y federales. El padre Alejandro Solalinde, quien dirige el albergue Hermanos en el Camino, ubicado en Ixtepec, Oaxaca, a advierto en reiteradas ocasiones que la delincuencia organizada secuestra a hombres y mujeres y los obligan a trabajar para ellos como halcones. Provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, los migrantes son tratados como basura, apunta el religioso.
Veracruz sigue viviendo un triste escenario, y es lamentable, que las mayores atrocidades -a quienes solo van de paso en busca de un sueño- se comentan en estas tierras. Las autoridades migratorias y no migratorias, tienen que poner un alto a la masacre cometida en esas regiones. Migrantes o no, son seres humanos luchando por una mejor calidad de vida, ante la falta de oportunidades en la tierra que los vio nacer; ni autoridades federales y estatales puede seguir fungiendo solo como espectadores. @magzamu