La nueva Iglesia
Es un cambio total de 180 grados en la Iglesia católica las fuertes declaraciones del papa Francisco al dejar de prohibir los matrimonios de los homosexuales, el aborto y los avances médicos para la anticoncepción.
Estas palabras del Sumo Pontífice años atrás hubieran merecido prácticamente su expulsión del Vaticano. Lo hubieran acusado de ser el temido anticristo tantas veces anunciado.
Con esta revolución de la iglesia que conforman más de 1,200 millones de fieles se podría decir de los curas benedictinos y jesuitas intentaron adelantarse y trataron inútilmente de que hubiera cambios en las antinaturales y absurdas enseñanzas morales. Que les podrán enseñar las madres superioras a las monjas de la Vela Perpetua y las Carmelitas Descalzas con la nueva postura del primer Papa que no es europeo después de 1,300 años.
Pidió a los sacerdotes que sean pastores más comprensivos y no burócratas fríos y dogmáticos.
El arzobispado de Xalapa acorde con estos nuevos tiempos advirtió que las manifestaciones de los maestros veracruzanos tienen que ser atendidas para evitar radicalizaciones innecesarias por lo que se espera que se actué en el marco de la equidad y de la justicia.

La humildad de Grapa.
Las declaraciones de Harry Grapa secretario de Turismo sobre la falta de dinero en esa dependencia provocaron numerosos comentarios de hoteleros y restauranteros de la zona conurbada del puerto de Veracruz sobre la pobreza de la dependencia y la riqueza inexplicable del titular.
Lo más difícil es ocultar el dinero. Lamentablemente el ego del funcionario es más fuerte y se hace patente en su lujoso estándar de vida. Lo interesante es que ninguno de los empresarios se negó a que se publicara su nombre y lo textual de sus comentarios. Es demasiado obvio el derroche de recursos públicos.
Lo anterior fue resultado de la declaración oficial del señor Grapa al reconocer que los fenómenos meteorológicos habían afectado a 14 destinos turísticos y que en su secretaría no existen fondos para la reparación y arreglo de los hoteles y sitios de recreo que resultaron dañados.

El mal uso del gasto.
Es un clamor generalizado sobre el por qué no hay responsabilidades cuando en un elevado número de obras públicas se colapsan al paso de los desastres meteorológicos mostrando que se utilizaron técnicas equivocadas y materiales de mala calidad en su construcción.
De lo que no hay ninguna duda es que el gasto público fue mal invertido. Carreteras y puentes mal construidos, se deterioran o se caen cuando se supone que dichas obras fueron planeadas para resistir estos embates de la naturaleza ya que de antemano se tiene el conocimiento que fueron realizadas en zonas donde periódicamente ocurren este tipo de fenómenos naturales. Es como los que construyen en zonas de alto riesgo sísmico que deben cumplir con ciertos protocolos en cuento a resistencia de materiales y tecnología de punta en la elaboración de planos de ingeniería sobre la duración de dichas obras.
No es secreto que las obras realizadas no se las otorgan a los que presentan los mejores proyectos, que los concursos de asignación son una farsa y que los funcionarios inexplicablemente se enriquecen a su paso por el poder.
No podemos decir que existe una corrupción generalizada debe haber algunas dependencias gubernamentales manejadas por personas honestas y que los dineros públicos son bien gastados.