Semanas atrás el gobernador Javier Duarte de Ochoa había anunciado que pasadas las elecciones habría cambios durante su gobierno.
Llegó la fecha y son inminentes los enroques y los despidos.
La salida de Erick Lagos del Comité Estatal del PRI para reubicarlo en la subsecretaría de Gobierno en lugar de Enrique Ampudia Mello es la primera de una serie de movimientos.
Ampudia fue una persona que supo concentrar el poder desde una sub que conoce el manejo político.
Desde su designación fue un enigma por tratarse de una persona muy ligada a Miguel Ángel Yunes Linares, considerado como en el enemigo publico número Uno del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y por ende de Javier Duarte de Ochoa.
Para algunos fue un misterio la actividad que desarrollaba, pero no se descartaba su relación con el complicado y sórdido quehacer electoral.
De allí que terminado el proceso, decidiera retornar a las esferas de la secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General de la República en la ciudad de México.
El intenso golpeteo al que estuvo sujeta la cuestionada actividad de la Secretaría de Desarrollo Social, motivó al movimiento de su titular, el exalcalde de Coatzacoalcos Marcelo Montiel, quien abandona dicha importante dependencia y lo envían al PRI estatal en esta temporada en que terminaron los disputados procesos en la entidad.
Sería hasta el 2015 cuando volviera tener algún interés esta desolada cúpula partidista.
En su lugar entra Alberto Silva, actual presidente municipal de Tuxpan, quien realizó una estupenda labor como munícipe y que se tradujo en una de las victorias más claras en la renovación de diputaciones y alcaldías a lo largo de la entidad.
Dentro de esta obligada renovación de cargos dentro del gabinete duartista, el único que se resiste a dejar el cargo es Marcelo Montiel y Montiel en virtud de que lo bajan de nivel y lo mandan al partido político en este largo período vacacional.
Diversas versiones circulan en Coatzacoalcos sobre graves diferencias con una poderosa familia política.
Dentro del balance que realiza periódicamente el gobernador Javier Duarte, sobre su primer equipo de gobierno mantiene, en observación a miembros de su gobierno que no han dado los resultados que esperaba.
Seguirán los cambios en diversas esferas gubernamentales.
Tal como se afirmó en anterior columna, no figura dentro de la restructuración el más anunciado y esperado sobre el ingeniero Gerardo Buganza Salmerón, quien sigue manteniendo su bajo perfil y como que el nadar de “ muertito” ha permitido que los reflectores oficiales lo mantengan en el limbo alumbrado por las veladoras de la iglesia que visita cotidianamente.
Atacan al jefe.
No queda la menor duda que Michoacán es una zona de guerra y lo que nadie podría imaginar durante los saldos trágicos de los diversos frentes de los últimos días que llegaran a matar a un vicealmirante.
Carlos Miguel Salazar, comandante de la Octava Zona Naval, con sede en la tranquila ciudad de Puerto Vallarta.
Un comando armado lo ejecutó y dejó lesionados a un marino de su escolta y a su esposa. Se desconoce si estaba uniformado.
Los mensajes del crimen organizado son demasiado claros.
La declaración de guerra fue declarada a partir de la captura del Z-40.