Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Manos a la obra
2013-07-15 | 22:21:03
Tal como lo anticipamos en este mismo espacio, una vez pasadas las elecciones locales en 14 estados del país el presidente Enrique Peña Nieto anunció importantes inversiones federales que beneficiarán sobre todo en materia de infraestructura carretera y portuaria al estado de Veracruz.
Ayer, en la presentación oficial del Programa de Inversiones en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones 2013-2018, en el que se prevé que gobierno e iniciativa privada inviertan alrededor de 1.3 billones de pesos, el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, destacó entre esas importantes obras la modernización del puerto de Veracruz y la construcción de las autopistas Tuxpan-Tampico y Poza Rica-Cardel, dos proyectos estratégicos que el gobernador Javier Duarte intentó gestionar desde el inicio de su administración ante el presidente Felipe Calderón Hinojosa, pero que al ex gobernante panista nomás no le interesó apoyar pese al potencial económico y turístico que detonaría en esa importante región del Golfo de México.
Al dirigirse a los gobernadores de las entidades federativas beneficiadas, entre los cuales se hallaba el mandatario veracruzano Duarte de Ochoa, el secretario de Comunicaciones y Transportes les expuso además otros beneficios adicionales: “Este programa de inversiones –les dijo– contiene fundamentalmente proyectos que permitirán un mayor desarrollo regional. Será en las entidades federativas, donde ustedes gobiernan, donde se construyan las obras de infraestructuras descritas, que permitirán generar más empleos y mejor calidad de vida. Les recuerdo que estas obras traen consigo una derrama económica regional estimada en un 60 por ciento promedio del monto total de la inversión”, remarcó.
Ruiz Esparza explicó que México cuenta con 11 mil 500 kilómetros de costas y que por lo tanto tiene la posibilidad de convertirse en potencia portuaria y en puente eficaz para Norte y Sudamérica, así como Asia y Europa.
“Los puertos deben desarrollarse como plataformas multimodales, superándose la saturación con la que operan actualmente. Debemos aprovechar nuestra capacidad portuaria para sembrar nuevas plataformas logísticas. El Programa de Inversiones plantea el desarrollo de los sistemas portuarios del Golfo de México y el Pacífico, los puertos de Veracruz, Altamira, Manzanillo y Lázaro Cárdenas los convertiremos en puertos de clase mundial en los que se abatirá el tiempo de carga y descarga de los buques de gran calado”, dijo el titular de la SCT, quien también anunció la modernización de todo tipo de trámites aduanales.
¿Alguien puede ser tan ingenuo como para suponer que el priista Javier Duarte pudiera estar pensando en dejar la gubernatura de Veracruz para incorporarse al gabinete del presidente Peña Nieto, justo cuando están por concretarse en la entidad estos importantes proyectos de infraestructura carretera y portuaria que él venía impulsando desde el sexenio del ex presidente Calderón?
Y mucho menos lógica resulta esta suposición después de haber conseguido los excelentes resultados en la elección local del domingo antepasado.
¿Será verdad entonces que esos falsos rumores habrían sido esparcidos por un hiperactivo aspirante del PRI a la gubernatura del estado, quien obviamente ve en el gobernador Duarte de Ochoa un infranqueable obstáculo para concretar su obsesiva pretensión en la sucesión estatal del 2016?
Se trataría del mismo personaje que, según trascendió, hace tres meses se habría ofrecido supuestamente como “gobernador sustituto” ante la crisis política que desató el escándalo mediático de las videograbaciones difundidas por el PAN, cuyo impacto tambaleó políticamente al gobernador Javier Duarte por su repercusión en el seno del Pacto por México y que obligó al presidente Peña a negociar y firmar con los dirigentes nacionales del partido blanquiazul y del PRD un adéndum para blindar los programas sociales de la Federación en Veracruz y los otros 13 estados donde se desarrollaban procesos electorales.
Sin embargo, con el anuncio hecho ayer de las obras carreteras y portuarias que en este segundo semestre se licitarán y echarán a andar en Veracruz, quedó suficientemente claro que ni Duarte de Ochoa dejará antes del 30 de noviembre de 2016 la gubernatura del estado, y que luego de los extraordinarios resultados que obtuvo en los comicios locales del domingo 7 de julio, su relación política y personal estaría mejor que nunca con el jefe del Ejecutivo federal a pesar de las intrigas sembradas por otros ambiciosos personajes y sus grupos de interés.
Ahora sí que… ¡manos a la obra!

presiones
Hasta la tarde de ayer aún estaba en veremos si la vigésima y última diputación local de Representación Proporcional se asignaba oficialmente al Partido Acción Nacional, que en total sumaría seis curules plurinominales, o si se le entregaba al Partido Cardenista, que finalmente logró rebasar el 2 por ciento mínimo de la votación total para conservar su registro como partido político estatal y cuyo dirigente Antonio Luna Andrade encabeza obviamente la lista de estos candidatos.
Ese habría sido en realidad el verdadero trasfondo de la manifestación que cientos de cardenistas procedentes de varias partes del estado realizaron ayer en la Plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno, donde al unísono corearon y exigieron “cómputo legal, fraude no”.
Y es que estaba por definirse aún si la votación total del Partido Cardenista era superior al resto que le queda al PAN tras la asignación de las 5 diputaciones plurinominales que el blanquiazul ya alcanzó.
Todo dependerá del cómputo oficial que defina el Instituto Electoral Veracruzano.

antorchistas
Igualmente, cientos de militantes de Antorcha Campesina se manifestaron ayer pero frente a la sede del Comité Directivo Estatal del PRI para exigirle al dirigente Erick Lagos Hernández que respete la cuarta regiduría del próximo Ayuntamiento de Xalapa que presidirá Américo Zúñiga, posición que le había sido asignada a una persona muy allegada al dirigente de esta organización priista, Samuel Aguirre Ochoa.
No cabe duda que en la política veracruzana hasta el más pelón se hace trenzas y el chimuelo masca clavos.

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