Tal parece que a algunos dirigentes
y candidatos del PAN les está afectando
el síndrome de aquél pastorcillo
protagonista de la famosa fábula de
“Pedro y el lobo”.
Y es que en este proceso electoral
se la han pasado mintiendo tanto que
ahora ya casi nadie les cree.
Ayer, por ejemplo, el dirigente
nacional Gustavo Madero vino a
Xalapa y, en conferencia de prensa,
denunció el supuesto “levantón” de su
candidato a regidor en el municipio de
Boca del Río, Carlos Valenzuela, quien
habría sido plagiado por desconocidos
la mañana de este martes cuando se
trasladaba con sus dos pequeños hijos.
Pero las dudas surgen porque ya
anteriormente el candidato del PAN
a esa alcaldía, Miguel Ángel Yunes
Márquez, había simulado una falsa
detención a bordo de una patrulla de
la Policía Naval boqueña.
Por eso, ahora, esta nueva denuncia
se ha puesto en entredicho, pues
además la palabra de Madero perdió
valor luego de que hace menos de tres
semanas la presidenta de la “Fundación
Fidelidad Down Veracruz”, Lizbeth
Azamar Viveros, lo exhibió al desmentir
la sarta de mentiras con las que trató
de involucrar a esta asociación civil en
la supuesta triangulación de millonarios
recursos del gobierno estatal para
destinarlos a las campañas electorales
de los candidatos del PRI.
Indignada por esta calumnia del
dirigente panista, Azamar Viveros
dijo que se trataba de una vileza, una
cobardía el que Madero quisiera involucrar
el nombre de la fundación que
preside en la supuesta triangulación
de recursos públicos para uso político
electoral. Y demostró que los documentos
presentados por el dirigente
del PAN habían sido robados y tenían
su firma falsificada.
Y es que en su afán por incriminar
al gobierno del estado en el desvío
de recursos a las campañas del PRI,
Madero había mostrado copias fotostáticas
de cheques de las cuentas
05601825739, perteneciente a la
empresa Sherzar, por ocho millones
700 mil pesos, fechado el 15 de marzo
de 2013, y de la número 05601645978,
de la Fundación Fidelidad Down Veracruz,
por un monto de 3 millones de
pesos, con fecha de 18 de marzo de
2013, que supuestamente habrían
sido pagados al ex gobernador Fidel
Herrera Beltrán.
¿Quién embarcó en semejante
falsedad al presidente del CEN del
PAN? Seguramente el mismo personaje
que dos meses antes le había hecho
llegar el paquete de videos y grabaciones
en los que funcionarios priistas
de los tres niveles de gobierno instruían
en Boca del Río a operadores electorales
sobre cómo podrían utilizar los
programas asistenciales de la Sedesol
para favorecer a los candidatos del
partido tricolor. Ese golpe mediático
fue políticamente letal pero sin mayor
consecuencia legal ya que el testimonio
evidenciaba lo que pretendían hacer
pero no aportaba evidencias de que el
acto ilícito se haya consumado.
Por ello es que ahora, a escasos
cinco días de la elección, ya pocos
creen también que la serie de agresiones
y “atentados” de los que han
sido víctimas algunos candidatos a
diputados locales y alcaldes del PAN
hayan sido realmente orquestados por
el partido gobernante.
La versión que inclusive circula
entre algunos militantes de Acción
Nacional que en la actualidad están
distanciados circunstancialmente de
las cúpulas del blanquiazul es que no
es descartable que se trate de una vil
estrategia de “victimización” que bien
sería para desacreditar el proceso electoral
ante la amplia desventaja del PAN
en la mayoría de los 30 distritos electorales
y los 212 municipios del estado,
o también para intentar granjearse la
simpatía del electorado en los contadísimos
lugares donde el blanquiazul
es competitivo.
Por lo mientras, en el lamentable
caso del candidato a diputado local
por el distrito de Xalapa Urbano,
Eduardo de la Torre Jaramillo, quien
el pasado fin de semana recibió una
fuerte golpiza, un asiduo lector nos pide
checar en Twitter los airados reclamos
que algunos de sus ex operadores aún
le siguen haciendo al abanderado del
blanquiazul por las deudas personales
que dejó en el proceso electoral federal
de 2012.
“¿in-abel-itada?”
Otro panista al que tampoco ya casi
nadie le cree su trillado discurso en
contra de los “corruptos de siempre”
es al candidato a presidente municipal
de Xalapa, Abel Cuevas Melo,
cuya campaña electoral es coordinada
ni más ni menos que por su pareja
sentimental Mónica Elizabeth Villa
Corrales, la cual tiene abierto un expediente
en la Secretaría de la Función
Pública por presuntas irregularidades
que se le imputan durante su anterior
desempeño como delegada de la
Comisión Nacional del Agua (CNA)
Organismo de Cuenca Golfo Centro.
En un texto titulado “Carta de un
panista”, firmado por Marcos Suárez
(marsuar1z@gmail.com), el militante
de Acción Nacional da a conocer el
Expediente en Integración número
0024/2013, iniciado en contra de
la concubina de Cuevas Melo por el
Órgano Interno de Control de la Comisión
Nacional del Agua correspondiente
al Área de Responsabilidades de los
Servidores Públicos.
“Con fundamento en los artículos
14, 16, 108 y 109 Fracción III y
113 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; 37 Fracción
XII y XVII de la Ley orgánica de
la Administración Pública Federal;
1°, 2°, 3° fracción III, 4, 7, 21 fracción
I, 23, 24 y 47 de la Ley Federal
de Responsabilidades Administrativas
de los Servidores Públicos, 2°,
fracción XXXI, inciso a), y 156 del
Reglamento Interior de la Secretaría
del Medio Ambiente y Recursos Naturales;
12 del Reglamento Interior de la
Secretaría de la Función Pública, en
cumplimento a lo dispuesto en el artículo
21, fracción I, de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas
de los Servidores Públicos, se a (sic)
señala lo siguiente, de lo cual presuntamente
Usted C. Mónica Elizabeth
Villa Corrales, tiene responsabilidad
legal, a saber:
“PRIMERO.- De mantener, en los
periodos de enero de 2012 a junio del
mismo año y en el segundo semestre
del 2012, una plantilla de trabajadores,
los cuales no asistían a laborar, que
percibían salarios solventados con
recursos del Fondo Nacional de Desastres
(FONDEN) los cuales debían ser
destinados para personal operativo en
las labores de reconstrucción de las
zonas afectadas por los meteoros del
año 2010. Se señala con pruebas de
firmas de asistencia y confirmación
de asistencia de reloj que las personas:
ULISES RAMÓN CHAMA, NURIA
CRUZ JIMÉNEZ, GEROGINA
DANIELA DELGADO FLORES,
ÁLVARO LAGUNEZ ALMANZA
y GRACIELA ELIZABETH NANI
GONZÁLEZ, entre otros trabajadores
de la dependencia Comisión Nacional
del Agua Organismo de Cuenca Golfo
Centro, devengaron salarios en los
periodos estipulados anteriormente
sin presentarse a laborar en su centro
de trabajo.
“SEGUNDO.- Se le señala
por ABUSO INDEBIDO DEL
SERVICIO PÚBLICO, TRÁFICO
DE INFLUENCIAS POR MAL USO
DE INFORMACIÓN OFICIAL de la
dependencia Comisión Nacional del
Agua Organismo de Cuenca Golfo
Centro, en la asignación de obras y
servicios en la rehabilitación de las
estaciones hidrometereológicas de
medición ubicadas en los cauces de los
ríos Papaloapan, Cazones, Actopan, Río
La Antigua (tramo río Los Pescados),
las cuales deberían funcionar adecuadamente
ya que son los instrumentos
de medición que permiten a la dependencia…”
etcétera, etcétera, etcétera.
Además de descalificar a la mayoría
de los candidatos a ediles de la planilla
que encabeza Abel Cuevas, a los cuales
califica de corruptos, chambistas y
de haber usado al partido para sus
aviesos fines –con excepción de Jorge
Millán, suplente de Cuevas Melo, de
quien afirma que fue sorprendido en
su buena fe–, Marcos Suárez asegura
que el equipo de campaña del ex funcionario
federal no cuenta con más de 10
panistas: “La mayoría de los brigadistas
que lo acompañan son pagados,
son jóvenes a sueldo, que perciben 100
pesos diarios y que fueron reclutados
en la SEDESOL cuando Cuevas Melo
fungió como delegado. El coatepecano
se aprovecha de la necesidad de los
jóvenes brigadistas para explotarlos.
No perdamos de vista que portar una
playera y una gorra no significa ser
panista de convicción”.