Don Juan Maldonado Pereda, sin duda la figura más relevante de la actual clase polÃtica veracruzana, reconocido como el mejor secretario de Educación que ha tenido el estado, ahora está dedicado a escribir una serie de ensayos literarios sobre el pensamiento del hombre de campo.
No obstante que gran parte de su trayectoria la realizara en el rescate del PRI en el Estado de México, se mantiene al margen de los aconteceres gubernamentales que ahora predominan los mexiquenses. La cultura es su gran pasión y ejerce el medular principio de la Educación al predicar con el ejemplo.
Año y medio antes de que ocurriera el destape de Fidel Herrera Beltrán, Maldonado Pereda le preguntó al gobernante en funciones Miguel Alemán Velazco si tenÃa algún compromiso. Él se harÃa a un lado, en caso contrario, le pidió permiso para buscar el gobierno del estado, Alemán Velazco le respondió de manera determinante que no tenÃa ningún compromiso y lo exhortó a participar en la contienda interna.
Pasaron meses y semanas, los precandidatos se fueron sumando, conscientes que no tenÃan posibilidades. Solo el secretario de Educación de manera institucional esperaba las palabras mayores.
Los padres de Rosa Borunda, esposa de Fidel, organizaron una espléndida cena en Chihuahua apelando a la gran amistad que tenÃa el presidente Alemán Valdés con Teófilo Borunda, que habÃa sido gobernador de aquella entidad norteña. Una estrecha relación de lealtad y compañerismo partidista. Aspecto sentimental que orilló al gobernante a inclinar la balanza, amén de que el TÃo Fide se encontraba muy avanzado en su precampaña.
Miguel Alemán invitó a Maldonado Pereda a viajar a México y al estar a bordo del avión le comentó que ya habÃa comprometido la gubernatura. La reacción molesta no se hizo esperar, ponÃa fin a la carrera polÃtica de un veracruzano con la carrera más brillante de los últimos tiempos.
Y de esta manera se escribió una nueva historia en los gobiernos veracruzanos.
Renace la mejor columna
En fecha próxima surgirá en las páginas de este medio, la columna Café PolÃtico, que fuera en el periódico El Heraldo de México, el género informativo más influyente durante tres décadas, de los setentas hasta el 2000 a nivel nacional.
Esta columna por razones editoriales nunca fue firmada, aunque la clase polÃtica mexicana sabÃan quienes fueron los responsables durante las diversas épocas de su existencia. El trabajo de investigación y las relaciones permitieron que fuera la mejor informada y diera exclusivas sobre el acontecer polÃtico del paÃs.
La nueva izquierda
No hay la menor duda que el nuevo partido polÃtico, Morena, de Andrés Manuel López Obrador, alcanzará su registro. En cuanto al número de militantes no tendrá ningún problema. Será una oposición real en contra del gobierno federal priista. El contrapeso que se requiere en la democracia mexicana.
El paÃs necesita una izquierda fuerte y cuestionadora de grandes movimientos sociales. Son contrapesos naturales frente a un partido que durante 71 años solo practicó su hegemonÃa y se acostumbró a la sumisión polÃtica, décadas ausentes de oposiciones reales. Por algo, Peña Nieto ha retomado las propuestas de AMLO, como la SecretarÃa en contra de la corrupción, regresar a los ferrocarriles, apoyo a los adultos mayores y la presidencia itinerante.
El presidente de Morena, Martà Batres, ha dicho que no se van a pelear con el PRD. Son primos, y por lo tanto, no comen lumbre. Un enfrentamiento con los amarillos serÃa un suicidio polÃtico para la izquierda. La clave entre Morena y el PRD es disentir, pero no se van hacer un haraquiri entre ellos, a eso le apuesta el PRI, para que ambos se aniquilen solos.