El entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, en el curso de su administración, dio los primeros pasos para la privatización de Pemex, al reclasificar 15 productos petroquímicos que formaban parte de los primarios, cuya elaboración estaba reservada para el Estado. Con esa reclasificación, cedió a los intereses privados casi las tres cuartas partes de la industria petroquímica.
A partir de ese momento, se escribió el epitafio para esta actividad en el sur de Veracruz, cuando fueron considerados los complejos La Cangrejera, Pajaritos y Morelos, los más importantes en Latinoamérica. La debacle para los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque se iniciaba en ese período, hasta convertir estas ciudades con las de mayor desempleo a nivel nacional.
El fin del boom petrolero del estado de Veracruz quedó escrito. La época dorada que había transformado el sistema económico, social y político de la que fuera la zona más poblada de la entidad veracruzana. El Ayuntamiento de Coatzacoalcos contaba en aquel entonces con el mayor presupuesto municipal del estado, pero por razones políticas se dejaba que el del puerto de Veracruz lo superara con unos cuantos pesos que eran inflados artificialmente.
Desde ese entonces, esos productos petroquímicos que se obtienen a partir del gas o del petróleo crudo fueron producidos por empresas privadas en su gran mayoría, de capitales extranjeros. Además, Salinas de Gortari incrementó el porcentaje permitido para las empresas trasnacionales en la producción de petroquímicos secundarios.
Al final de su sexenio, como parte de las concesiones que tenía que entregar como parte del TLC, la petroquímica dejó de ser estratégica y reservada para el Estado mexicano.
El final estaba sellado y con ello la esperanza de transformar el viejo Puerto México en el nuevo Houston.
Carlos Salinas de Gortari, quien ha sido una figura relevante en la vida pública de este país, es considerado como el gran gurú del nuevo gobierno federal y de antemano se proyecta el renacimiento de la política neoliberal, y por ende, las grandes privatizaciones que caracterizaron su administración.

El sexenio de las autopistas

Es ambicioso el programa de autopistas que iniciará este año el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Destacan las rutas de Xalapa a Córdoba, y de Tuxpan-Alamo, como Tuxpan-Tampico.
Para el sector turístico figuran las autopistas Teziutlán-Nautla que detonaría la zona hotelera de Costa Esmeralda y la de Santiago Tuxtla, San Andrés y Catemaco para el desarrollo de la llamada Suiza Veracruzana, que cuenta con las mejores playas de la entidad veracruzana en Sontecomapan.

Veracruz con la mayor deserción política
Es el estado de Veracruz donde más se desinfló el padrón de militantes del Partido Acción Nacional, al bajar de 173 mil entre activos y adherentes a solo 35 mil 287, es decir, el 80 por ciento, quedando dos de cada diez miembros de su militancia. Es una desbandada total que resulta inexplicable cuando precisamente su candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, fuera la que ganara en la entidad. Lo que resulta coincidente es que también sea el estado veracruzano donde se espera la mayor deserción de militantes perredistas a nivel nacional, con la aparición del nuevo partido político de Morena. Ya enseñó el músculo en la concentración que tuvo López Obrador el pasado martes en el zócalo capitalino.
Jesús Zambrano iniciará este fin de semana un recorrido por todo el país para tratar de detener el éxodo, con la idea de crear un nuevo padrón de miembros afiliados al Sol Azteca.
No tiene idea de lo que le espera.