No es secreto los fuertes adeudos que existen en las vacías arcas de los 212 ayuntamientos de la entidad veracruzana. Los actuales alcaldes tomaron como pretexto que encontraron las cajas huecas de sus antecesores y con ese ejemplo fidelista siguieron endeudando al municipio.
Las finanzas municipales de los principales ayuntamientos están en números rojos. Evidencian una falta de control financiero, el despilfarro y en algunos casos la rapiña de los funcionarios.
El estado de Chiapas ha metido a la cárcel a ocho presidentes municipales acusados de saquear las tesorerías. Y se trata de peces gordos como el caso de Tapachula donde solo encontraron en las cajas fuertes una olvidada moneda de cinco pesos. No hubo dinero para pagar los sueldos y mucho menos aguinaldos.
En Veracruz tuvieron que pedir prestado para cubrir las más elementales prestaciones de los empleados de los municipios.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció que no habrá rescate para estos ayuntamientos que descuidaron sus finanzas.
Las deudas de los municipios veracruzanos alcanzan la suma de 2,677 millones de pesos según datos de la Secretaría de Hacienda.
Ahora todo depende del Orfis, que al parecer, no ha demostrado en sus años de existencia el propósito fiscalizador y de control financiero que motivó su creación. Un órgano que no solo ha sido encubridor de los funcionarios públicos sino cómplice en estos peculados. Las fortunas de Mauricio Audirac y René Mariani avalan esta declaración de lo que es el Orfis, en el esquema gubernamental.
Videgaray Caso dio a conocer una iniciativa de ley para poner en orden a los estados y municipios y evitar que caigan en insolvencia financiera.
El gobernador, Javier Duarte, afirmó que coincidía con el titular hacendario y que no habría apoyos hacia aquellos alcaldes que desviaron recursos y los que alegaron mañosamente un desconocimiento y pecaron de ignorantes en el manejo transparente de las finanzas municipales.

Impunidad de los banqueros

En la colaboración periodística del economista Rafael Arias menciona el caso del banco multinacional HSBC que únicamente fue multado no obstante que se le comprobaron actividades criminales de lavado de dinero.
Los banqueros, al parecer, gozan de una absoluta impunidad, ya que ningún ejecutivo ha sido enjuiciado y, mucho menos encarcelado.

Se inició la subasta

La decisión fue tomada en México, conscientes del vedetismo de los líderes del perredismo veracruzano, saben de antemano, que las acciones que emprenden estos funcionarios partidistas, llevan el sello mercantilista de los últimos años y por ello fueron exhibidos los esquiroles de siempre en diversas notas y fotografías en medios nacionales.
El reparto de alcaldías y diputaciones locales fue una especie de subasta con el PAN, los que ofrecían más recursos se quedaban con los municipios y distritos más relevantes. Por lo que los aspirantes de Acción Nacional obtuvieron las mejores rebanadas del pastel electoral.
A pesar de haber trascendido la desbandada de los azules, y con ello el desplome de su militancia, los fósiles políticos de lo que fuera un partido de izquierda tuvieron que aceptar las migajas que les ofrecieron. En esta licitación política no fue lo cuantitativo de las posiciones sino lo cualitativo en los puestos de elección popular. De tal manera, que el PAN logró quedarse con el 56 por ciento de las alcaldías más importantes y con 16 diputaciones locales. El resto se lo tendrán que repartir los perredistas con algunos representantes del Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo, institutos políticos que se encuentran en el borde de su desaparición en la entidad veracruzana.
La única satisfacción de esta alianza PAN-PRD, es que el PRI no cuenta en esta ocasión con candidatos de prestigio, y en este reparto, del tricolor hay numerosas figuras que en el caso de no ser nominados competirían con esta coalición de la derecha huérfana y la izquierda mercenaria. Y van a perder…