Arrancan las candidaturas

Ya nadie espera para que alguien les anuncie que pueden empezar a realizar la precampaña en la búsqueda de un cargo de elección popular. Y no se trata de alguna forma de indisciplina partidista o lo que se podría calificar como deslealtad al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Se acabaron los tiempos de una clase política institucional que no se atrevía a moverse hasta que el ejecutivo estatal los autorizaba. Era más que una traición al gobernante en turno. Un orden riguroso casi de tipo militar en las filas priístas donde la subordinación era una regla estricta para ser nominado.
Ahora es diferente cada quien se mueve a su antojo. En los desayunos se promueven, dan entrevistas de prensa y no omiten que están en plena campaña electoral, aún y cuando no ha salido la convocatoria y muncho menos que sean ellos los candidatos.
El proceso interno de selección ahora resulta que es el más complicado, sobre todo porque a nadie se le dice que no. Al que se acerque al palacio de gobierno o al comité estatal del partido encontrará siempre la palabra de adelante.
El problema de la disciplina consiste en saber conciliar dos aspectos de la vida política completamente opuestas, la de una obediencia puntual que llega a la sumisión y la de la libertad e independencia propias del género humano.
Lo cierto es que hay en la entidad veracruzana un desbordamiento total de los que buscan ser candidatos a las alcaldías y diputaciones. Hay nuevos padrinos fuera de la entidad, es el serio problema de que el gobierno federal se encuentre en manos del PRI.
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Ahora le tocó a Oaxaca

Como que la lumbre se está acercando al estado de Veracruz. Este fin de semana el Juzgado Séptimo Penal de Oaxaca giró órdenes de aprensión para varios ex funcionarios del gobierno priísta de Ulises Ruiz por un supuesto quebranto patrimonial por más de mil millones de pesos. La acción la emprendió la Secretaría de Finanzas por tratarse de delitos en contra de la hacienda pública.
La protección acordada que supuestamente contaban con el gobierno de Felipe Calderón al parecer ya terminó, sobre todo en aquellas entidades donde el PRI
perdió en las pasadas elecciones presidenciales.
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No habrá rescate

La parte medular de la propuesta que se tiene para el rescate de las deudas que tienen los municipios de Veracruz y en general del país, radica que la Federación canalizará directamente los recursos a los ayuntamientos sin intervención de los estados como ocurre en la actualidad, donde se privilegia a unos ediles y a otros se les castiga posponiendo la llegada de esas partidas.
La ordeña estatal de estos dineros de la federación se le puso un límite.
Otro aspecto relevante es que no habrá impunidad hacia aquellos funcionarios que endeuden las entidades federativas y que desvíen recursos a otras actividades que no sean prioritarias.
Lo real es que no hay ningún consenso para que se realice algún rescate, de acuerdo a lo que dejó en claro el secretario de Hacienda Luis Videgaray. Se plantea modificar la lógica constitucional para que haya una mayor supervisión de las condiciones financieras de los estados y municipios, los cuales tendrán una regla fiscal para que no sea el erario federal el que tenga que poner un peso para pagar el rescate, además de garantizar el castigo cuando el endeudamiento no tenga justificación alguna.