Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
La agenda privada EPN - Duarte
2013-01-08 | 08:26:12
Quirúrgico el cambio de delegaciones federales
Benítez Lucho, Mantecón, Ranulfo y Blanco al bate
EN LA LÍNEA. Crisis panista, la nota del día

La base aeronaval de Las Bajadas fue el lugar donde el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se reunió en privado con el mandatario Javier Duarte de Ochoa, en el marco de la primera gira que realizó el ejecutivo federal por Veracruz en donde encabezó el aniversario de la Promulgación de la Ley Agraria de 1915 y el foro cenecista llevado a cabo en el World Trade Center, de Boca del Río.
Fueron cerca de 40 minutos los que estuvieron ambos a solas y en donde además de parabienes y felicitaciones por el nuevo año y por el tercer hijo del gobernador Javier Duarte se tocaron varios temas, siendo uno de ellos, aunque no el mas importante, el de las delegaciones federales.
El ejecutivo veracruzano mostró su inquietud porque dichos espacios se mantienen en manos de panistas luego de un mes de que entrara en funciones el nuevo gobierno.
Y ahí Peña Nieto le pidió calma y paciencia al ejecutivo estatal, pues le dijo que los cambios sí se van a dar, pero primero tenía que “limpiar toda la casa” porque había panistas que se enquistaron en el gobierno federal durante 12 años.
Una vez que culminara ese proceso el siguiente sería ir estado por estado para remover delegados federales.
Eso sí, Javier Duarte volvió a refrendar las propuestas que había realizado desde antes del Primero de Diciembre y que hasta donde se sabe tienen el visto bueno de Los Pinos.
Y es que desde Xalapa se impulsan a Ranulfo Márquez Hernández para Sedesol, a Jaime Mantecón Rojo para Sagarpa, a Iván Hillman Chapoy para Conagua y a José Antonio Mansur a Economía.
Otros propuestos desde Palacio de Gobierno son el actual subsecretario de Comunicaciones, René Blanco para ocupar la dirección del centro SCT; Alejandro Baquedano para la coordinación de Oportunidades y Antonio Benítez Lucho a la delegación del IMSS zona sur.
Por lo que todo parece cuestión de tiempo para que empiece el despido de panistas en las delegaciones federales de la entidad ante un cambio de gobierno al caer el trono albiazul en las elecciones pasadas.

en la línea
El Partido Acción Nacional vive una de sus peores crisis, quizá la mayor de su larga historia. Poco a poco, conforme fue ganando el poder que le dieron las alcaldías, diputaciones y algunos gobiernos estatales (recordemos que el PAN fue el primer partido de oposición y el que logró las primeras alternancias), pero sobre todo con los 12 años en la Presidencia de la República, fue acumulando vicios que prometió eliminar, y como una enfermedad terminal, acabaron con el partido y lo perdieron todo.
Pragmático, secuestrado por intereses personales o de grupo, el PAN perdió su lugar en Los Pinos, perdió su credibilidad, perdió la imagen de un partido con principios, de un partido defensor de la democracia, tan lejos de Maquío y tan cerca de Vicente Fox o Felipe Calderón, y aquí en Veracruz, por ejemplo, de Miguel Ángel Yunes Linares. Hechos que salieron a relucir tras la estrepitosa caída del 1 de Julio.
Pero no sólo eso, también perdió a un millón 500 mil militantes que logró durante estos 12 años en el poder, algo que, aunque su presidente Gustavo Madero minimice diciendo que sólo se quedan los militantes de “carne y hueso”, lo cierto es que el panismo está en el proceso electoral local sin una base lo suficientemente fuerte, ya no para ganar algo, sino para conservar lo que tienen.
Y Veracruz, donde el panismo fue prácticamente secuestrado por la gente de Yunes Linares, cobijado y protegido por Felipe Calderón, fue la entidad en donde más militantes perdió el Partido Acción Nacional en todo el país, ya que según su Registro Nacional de Miembros, de 173 mil simpatizantes que tenían el año pasado, sólo se quedaron con 35 mil.
Los estados que lideran la desbandada después de nuestra entidad son el Estado de México y Jalisco, que perdieron casi 410 mil afiliados. Algo inusual en un partido en la historia del País.
Pero no sólo eso, de entre los panistas más destacados que no se reafiliaron están el ex presidente Vicente Fox, y los ex gobernadores de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, y de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz, pero también el mismísimo ex dirigente nacional del PAN, César Nava, quien ya no quiso seguir en el partido, así como el hermano de Margarita Zavala, Hildebrando.
Importantes empresarios como Lorenzo Servitje Sendra, presidente de Grupo Bimbo, y toda su familia, Manuel Arango Arias, fundador del Centro Mexicano para la Filantropía, y María Asunción Aramburuzabala Larregui, exvicepresidenta del Grupo Modelo y dueña de la fortuna más grande de México, tampoco refrendaron su militancia.
Es decir, el panismo perdió todo, pero aún puede perder más, mucho más, pues su viacrucis apenas comienza. Por lo que es urgente para ese partido frenar la desbandada o será una corriente fantasma que tardará en consolidarse de nuevo.

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