Reminiscencias de Mikel

Son problemas de memoria los que padece el licenciado Salvador Mikel Rivera, el titular de la representación del PRI ante la junta electoral del IFE. En su reciente declaración sobre negar la posibilidad de que vayan en alianza el PRD y el PAN en la próxima contienda por las alcaldías y el Congreso local del estado de Veracruz, repite el exsecretario de Gobierno como norma política irrebatible que no se junta el agua con el aceite. Se olvida que los partidos políticos son manejados por personas que tienen los grandes defectos de los seres humanos que se identifican de manera perfecta con la actual clase política mexicana.
Cuantos priístas desde el exdirector del IFE como Arturo Núñez han cambiado de partido; Porfirio Muñoz Ledo, exdirigente nacional del PRI ambos forman parte de los agrupaciones políticas de la izquierda. Miguel Ángel Yunes Linares, en qué posición partidista se encuentra. Y la lista podría ser interminable, la realidad es que los partidos políticos en la vida electoral de los funcionarios no existe y mucho menos a la hora de buscar una candidatura son tomados en cuenta. Partidos como Nueva Alianza que juega de acuerdo a los intereses de la profesora Elba Esther Gordillo, desde priísta-salinista de hueso colorado como coordinadora de la bancada de diputados federales del partido tricolor, hasta ser la gran aliada incondicional en el triunfo de Felipe Calderón y mandar al PRI al tercer lugar.
No es secreto que aspirantes priístas a la gubernatura de Veracruz han coqueteado con partidos progresistas. Y la lista es larga de cambios de camiseta desde líderes nacionales y estatales del tricolor. Por eso tiene el institucional tres colores, para escoger de acuerdo a las circunstancias el más conveniente.
Como para recomponer el enredo de lo afirmado en una entrevista periodística el destacado notario público Mikel Rivera dijo: “La ciudadanía veracruzana es inteligente y será la que con su voto juzgue si quiere este tipo de alianzas de espurios y legítimos”.

REPRESIÓN EN LA UV
El estudiante del séptimo semestre de la Facultad de Ingeniería Gustavo Enrique Guzmán, fue expulsado de la Universidad Veracruzana por criticar el modelo educativo y el deterioro de las instalaciones de dicho centro de estudios.
Fue una sanción exagerada por hacer pública su opinión. Si él no hubiera manifestado en los medios lo que pensaba, no hubiera pasado nada. Es una muestra de intolerancia inexplicable sobre todo por lo que representa lo ecuménico del pensamiento. Se olvidan las autoridades universitarias que la más universal cualidad del espíritu es su diversidad.

LA ESCUELITA POLÍTICA
La misma escuelita que se siguió en Veracruz de colocar a los hijos de la vieja guardia priísta como una manera de compensar compromisos políticos al no otorgarles a los padres algún puesto público. De allí salieron los juniors que trabajaron y laboran en el gobierno veracruzano. Es la que realizó durante el gobierno mexiquense de Peña Nieto, y como uno de tantos ejemplos colocó a Carlos Cadena Ortiz primogénito de Manuel Cadena, exdirector de Azufrera Panamericana en Jaltipan, Veracruz, como secretario del Medio Ambiente.
El ingeniero Cadena Morales fue una posición del eterno líder cetemista Fidel Velázquez como secretario de Gobierno del entonces gobernador Arturo Montiel, el tutor político de Peña Nieto.