Dentro del mundo especulativo de la política veracruzana, la versión a la que se otorga mayor credibilidad, es que detrás del que fuera precandidato al Senado del PAN, Alejandro Vázquez Cuevas, es que estuvo apoyado de manera total por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán.
Y tiene sus antecedentes notariales por la singular forma de cooptar del político cuenqueño. Lo que más los identifica al “Pipo” y al “Tío” es su acérrimo enemigo común en la persona de Miguel Ángel Yunes Linares.
No se puede negar que existe en Veracruz una poderosa corriente política que tiene como líder al originario de Nopaltepec, del marginado municipio de Cosamaloapan. Son un selecto grupo de priistas por convicción y disciplina. Pero se antepone la inquebrantable lealtad al generoso padrino, de allí que se comenta que la instrucción dada al equipo fidelista es jugar este año con el Partido Acción Nacional, desde su candidata Josefina Vázquez Mota a la Presidencia de la República y por supuesto con sus aspirantes al Congreso de la Unión.
De allí su estrecha relación del exgobernante veracruzano con el “josefino” de Vázquez Cuevas y otros expanistas que se ubican en puestos claves del gobierno.
Sobre todo, lo que más preocupa es el caso de los aspirantes a senadores por el PRI, José Francisco y Héctor Yunes, con los que siempre guardó particulares reservas que influyeron en sus anteriores derrotas.
Es el mismo estilo que usó durante su pasada administración de jugar las contras en numerosos casos tanto de senadores como diputados federales.
En cierta forma tiene razón Herrera Beltrán, si en el nuevo PRI de Peña Nieto no le dan juego y al igual que Humberto Moreira lo tienen en calidad de exiliado en el extranjero, no tiene ahora los compromisos de nobleza partidaria que lo obliguen apoyar al partido más viejo del país. Se recuerda la gran amistad que sostuvo con el entonces presidente panista Vicente Fox.
El PRIAN es una realidad. Solo se trata de reactivar añejas alianzas.

La burla de Erick
Como el viejo lema de Elba Esther Gordillo en contra del entonces líder nacional del PRI. “ Usted le cree a Roberto Madrazo, yo tampoco”.
Siguiendo ese tema, el presidente estatal, Erick Lagos, declaró: “Los suplentes también son muy importantes, pues tendrán igual o mayor presencia que los propietarios de las candidaturas priistas”.
¿Habrá alguien que le crea? De suplente ni de Dios.
Y afirmar que los suplentes tendrán igual o mayor presencia que los candidatos oficiales. Suena hasta como burla. El primerizo líder estatal no se midió.

Veda electoral
Ya se iniciaron los 45 días de silencio, pero esto no implica que existan serios movimientos en los partidos políticos. De acuerdo a las últimas encuestas, Enrique Peña Nieto arrancará el 30 de marzo en primer lugar con una cómoda ventaja, Josefina Vázquez Mota en segundo y muy pegado a la panista está López Obrador.
La campaña del tabasqueño no levanta. El dilema en que se encuentra es si continúa con su discurso de amor o empuña su bandera flamígera del cambio verdadero. Esto implica su feroz crítica a lo establecido. El rebelde de siempre.
El único partido que ha enseñado sus cartas electorales ha sido el PAN, al tomar el gobierno federal de Felipe Calderón la decisión de sacar a la luz pública los expedientes penales de los exgobernadores del PRI.
En el mes de abril sacarán de su chistera azul las órdenes de aprehensión de la PGR a los ya conocidos ratones del partido tricolor. Y la triste realidad es que el PRI en esa guerra sucia no tiene defensa, de allí el deslinde de la nueva generación.
El contraataque del PRI será devastador, al exhibir la triste realidad del país en cuanto a pobreza e inseguridad, donde las cifras negativas de los gobiernos panistas son históricas. No saben gobernar. Dos sexenios y están reprobados.