Pareciera el script de una película policíaca. El exsecretario de Finanzas del estado de Coahuila, Héctor Javier Villarreal Hernández, fue acusado y detenido por el uso de documentos falsos, equiparado al delito de fraude en la contratación de créditos ilegales con los bancos del Bajío y Santander, por la suma de solo tres mil millones de pesos, sin embargo, Villarreal Hernández gozaba del beneficio de la libertad provisional bajo caución, por tratarse de un delito no grave.
Para la Fiscalía General del estado de Coahuila, el fraude por la suma de 3 mil millones de pesos no es importante. Porque son deudas que finalmente las tiene que pagar el pueblo. El nuevo gobernador Rubén Moreira es el hermano mayor de su antecesor, por lo que todo queda en familia.
Como el señor funcionario no se presentó a firmar en tres semanas en el módulo penitenciario que lleva su caso, el juez de aquella entidad norteña dictó la orden de aprensión y el auto de formal prisión.
La semana pasada fue detenido en una carretera de Texas por no contar el auto en que viajaba con su familia con la placa delantera, cuando es inspeccionado el vehículo encontraron que traía 69 mil dólares en efectivo, por lo que fue detenido por lavado de dinero y encarcelado en una prisión de un condado del vecino país del norte y puesto en libertad cinco días después, al pagar una fianza de veinte mil dólares.
Las autoridades norteamericanas se quedaron con los 69 mil billetes verdes. Le quitaron un pelo al gato de angora del exgobernador Humberto Moreira.
Era el hombre de toda la confianza del ex líder nacional del PRI y lo más seguro si no trascienden estos hechos delictivos, sería uno de los candidatos priistas al Senado y con ello el fuero. Para vivir esos buenos tiempos, el PRI debe regresar a Los Pinos, porque ellos si saben gobernar.

El otro Ernesto

Desde ayer empezó el desmantelamiento de las elegantes oficinas del precandidato presidencial del PAN Ernesto Cordero. Que por pura coincidencia colinda pared con pared con el edificio de la Agencia de Imagen del Golfo en la ciudad de México.
Lamentablemente para los reporteros de esta empresa de noticias desaparecieron por encanto las camionetas blindadas y el elevado número de elegantes vigilantes, fornidos guaruras y guapas secretarias.
Como el cuento de la Cenicienta, al dar las doce de la noche todo desapareció.

La triste historia

Los problemas más serios para los precandidatos al Senado por el Partido Acción Nacional, Alejandro Vázquez Cuevas y Julen Rementería son los aspectos particulares que siempre salen a relucir cuando se busca ser protagonista dentro del quehacer político.
Había un dicho si quieres conocer tu verdadero árbol genealógico métete de candidato de cualquier instituto político. Allí sabrás quienes son tus parientes incómodos y sus negativos antecedentes. Desde famosas prostitutas hasta los peores criminales.
No se explica cómo una persona como el exlíder estatal del PAN con los años de experiencia partidista y de cómo se manejaba el quehacer gubernamental del PRI se haya dejado cooptar por el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Aceptarle dos notarías cuando estas eran repartidas como volantes sin importar la calidad moral y la capacidad académica de los fedatarios.
Para Julen Rementería el terminar la escuela con la edad que tiene, se debería considerar como algo meritorio de una persona con el anhelo de superarse, pero lo grave es cuando se trata por lo general de universidades “patito” por ser virtuales.
Nunca se conocen los alumnos con los maestros. Son simples fantasmas de las computadoras. Le hubiera ido mejor, cuando estaba trabajando en la ciudad de México, comprar un título universitario en la plaza de Santo Domingo. Los de abogado son más baratos y si le agrega maestrías o doctorados les hacen un buen descuento. Sobre todo de universidades europeas. No necesitan hablar inglés.