-Pasa Medellín a mandos de Marina.
-Disciplina Militar desde la dirección y subdirección operativa
-Agreden al personal con excesiva disciplina.
-EN LA LINEA. Detonan grillas en SEFIPLAN.
Ya había pasado con Veracruz y Boca del Río y ayer tocó a Medellín.
Para la gente es garantía de seguridad que mandos de la Armada de México o Marina como comúnmente se les conoce, asuman la responsabilidad de Tránsito del Estado tal y como se ha hecho con la policía intermunicipal.
Todo está bien si es en aras de la tranquilidad de los veracruzanos, pero hay cosas que no deben dejarse pasar.
Este martes el mando de la Policía Naval en la conurbación así como los delegados de Tránsito retirados de las fuerzas armadas se hicieron presentes en Medellín para asumir la responsabilidad de esa dependencia.
Con ellos, el ex delegado de tránsito de Medellín y quien presuntamente será el nuevo supervisor de Tránsito en los tres municipios, Guillermo Uscanga Martínez se apostó como la máxima autoridad civil responsable de esta área.
Lo que muchos no saben es que Uscanga fue corrido por el anterior director Carlos Demouner al encontrarlo dedicándose más a hacer una especie de “caballerango”, al administrar un rancho del ex subdirector operativo de Tránsito del Estado, Pastor Pérez.
Dicha propiedad, está ubicada en la comunidad Rancho del Padre en el municipio de Medellín. Es a lo que el nuevo director general Roberto López Santoyo debe estar atento para que su gran operador Uscanga no siga siendo un capataz que cuide las tierras y el ganado de un funcionario público, a lo que siempre se dedicó.
Por otro lado, hay versiones que la disciplina aplicada por el nuevo director, pero delegada en manos del subdirector Michel Tanuz Cruz es de alguna forma excesiva y va contra el respeto de los derechos humanos de los empleados.
Apenas la semana anterior tras una reunión de trabajo en la dirección, el personaje salido de la academia de El Lencero llamó la atención seriamente a una de las secretarias de esa oficina cuando ella no se puso en posición firme, como lo marcan los cánones castrenses en señal de saludo.
La mujer se sintió humillada y exhibida frente a sus compañeros pues una cosa es el trato a los delegados, personal operativo y otro que debe darse a los empleados administrativos que nada saben de reglas disciplinarias de una academia de policía, la milicia u otra clase de adiestramientos de esta naturaleza.
Si bien, se entrega el manejo de esta dependencia a las fuerzas Federales, los funcionarios y directivos deben saber que es una transición paulatina en la que deben asumir y aplicar las medidas pertinentes sin agraviar ni lastimar a quienes ya laboran ahí, tal como lo ha señalado el propio Javier Duarte y no querer arreglar todo de un solo golpe con una simple orden a los superiores incumplida.
EN LA LINEA
Algo serio ocurre en la secretaria de finanzas del Gobierno del Estado.
El caso de la renuncia del tesorero Vicente Benítez, debe despertarle al jefe de las instituciones Javier Duarte la inquietud de revisar el entorno político que impera en esa dependencia, ya que parece ser un hervidero de grillos.
La salida el año pasado del ahora oficial mayor de la Secretaria de Educación de Veracruz, Edgar Espinoso del cargo de subsecretario de finanzas prendió la alerta.
Posteriormente se habló de un complot de la secretaria particular hacia la tesorería que hasta el pasado lunes ocupaba Benítez González, en contra de varios Duartistas que no eran de su agrado.
El caso de Benítez terminó de activar la alerta roja para que el Gobernador iniciara una indagatoria de lo que ocurre al interior de la SEFIPLAN.
Y como es sabido por todos los funcionarios del gabinete, con este mandatario no hay una segunda oportunidad cuando se falla, la prueba está en la misma SEFIPLAN, Tránsito del Estado, Secretaria del Trabajo y la SEV hasta el momento.
Por ello hay un marcado nerviosismo en los funcionarios de finanzas, desde el director de un área poco indispensable hasta el propio secretario Tomás Ruiz.
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