Tiradores, zancadillas y promotores por el CDE
Mota, tremendo regaño por impulsar prospecto
Carrillo, más que cerca de Duarte este domingo
Designar a quien dirija el destino del partido Revolucionario Institucional, sobretodo, como obviamente es en el estado, es el partido del gobierno, es una facultad no escrita del gobernador del estado, en su calidad de primer priista del estado.
Más aún, como actualmente, se viene a cuestas de Javier Duarte de Ochoa la responsabilidad de asumir las riendas del tricolor al tener enfrente la elección presidencial más reñida de la historia del país.
Se trata entonces, de que la sucesión en el PRI, que no debe pasar de esta semana, tiene muy nerviosos a casi medio gabinete estatal pues algunos se candidatean otros impulsan a sus colegas colaboradores, y otros más quieren empujar algún nombre para buscar a su vez ocupar su puesto en el gobierno.
Pero en todo este proceso de diciembre a la fecha destaca el regaño que sufrió el secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, cuando el 3 de enero durante el evento de reinicio de clases, recibió tremenda reprimenda de quien gobierna en Veracruz.
El asunto es que en columnas periodísticas y otros comentarios se candidateaba una y otra vez como futuro líder del PRI al exsubsecretario de Seguridad Pública y Notario por Coatepec, Francisco Mora Domínguez.
La autoría era de la secretaría donde el titular es Adolfo Mota, y la madeja de esas promociones periodísticas llevó hasta su despacho, lo que no cuesta trabajo creer si como se sabe, Mora Domínguez es parte del grupo político de Mota y éste se agenciaría así el codiciado espacio del PRI.
Y aunque como Judas el funcionario lo negó una y otra vez, eso más molesto al jefe de las instituciones que le pidió dedicarse a cumplir con sus tareas educativas y dejar la posición política para quien verdaderamente debe orientar los destinos del partido.
Por cierto que la terna se incrementa, o mejor dicho, ha dejado de ser terna. Hay quienes ven a Bertha Hernández, Marcelo Montiel o Raúl Ramos Vicarte como prospectos por ser negociadores natos en los momentos en que esta práctica será fundamental ante las posiciones en disputa y el proceso federal venidero.
Pero a quien se le vio muy de cerca este domingo con el gobernador de la entidad, fue al exsecretario de Agricultura, y actual jefe de asesores del Ejecutivo, Tomás Carrillo Sánchez. Cuentan que Carrillo fue bien “arropado” por Duarte de Ochoa durante la inauguración de un puente en el municipio de Puente Nacional.
Carrillo ha sido nombrado una y otra vez para esta posición, y al mismo tiempo, ha recibido sendos golpeteos periodísticos de sus enemigos políticos, aunque la mayoría de la cúpula ve con buenos ojos al diputado federal para asumir la presidencia del CDE del PRI.
Pero los tiradores surgen de varias trincheras. Algunos quieren a otros los candidatean, pero sabedores que la única decisión sale de palacio, nadie se atreve a levantar la mano.
Además de que el propio Héctor Yunes parece haber recobrado fuerza con el Ejecutivo, quien no debe olvidar que en la interna, lo llevó hasta los tribunales.
Y mientras no decida abandonar el partido, entonces nadie puede dar un paso adelante.
Ahora bien, quien sea el nuevo dirigente, deberá cumplir con el requisito básico de lealtad y trabajo, pues no solo está en juego para el PRI el 2012, sino las locales del 2013 que también será su tarea. Una vez pasadas las elecciones federales en julio de este año, se tendrá que iniciar con el trabajo a tambor batiente de las alcaldías y las diputaciones locales para el próximo año.
Las características serán indudablemente entre otras, alguien que sea de la línea del mandatario pero además que no esté secuestrado por los grupos políticos priistas.
Así la efervescencia de la renovación en el tricolor no debe tardar mucho en ser apaciguada, por el momento.
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