Una gran diferencia es lo que publican las agencias noticiosas sobre ciertos eventos dándole importancia a declaraciones de carácter general, a la presencia física de un reportero de un periódico de provincia que jerarquiza la información de acuerdo a sus lectores.
De allí la importancia del corporativo Agencia del Golfo de contar en la Ciudad de México, con un equipo de periodistas y camarógrafos, con la finalidad de darle el peculiar sello a sus notas y reportajes en correspondencia a los intereses particulares de los veracruzanos.
La reportera Peniley Ramírez Fernández, estuvo acreditada en el segundo diálogo entre el presidente Felipe Calderón y el movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia.
Las respuestas del mandatario mexicano son textuales: “ No tiene caso una Comisión de la Verdad, en mi gobierno no se oculta la verdad ni se actúa arbitrariamente, este no es un Estado autoritario, no es el Estado que reprime y asesina. No estoy de acuerdo con la tesis de que el Estado no debe emplear la fuerza contra los criminales, mi deber como Presidente es contener a los criminales con todos los recursos que tiene el estado a su alcance”.
Los lectores podrán sacar sus propias conclusiones.
Sobre Veracruz dijo: “ En el gobierno anterior, Veracruz se dejó en manos de los zetas, quiero creer que involuntariamente. Nos decían que había cero secuestros y hace unos días escuche al exgobernador Herrera decir que el gobierno había pagado 15, lo cual es muy loable, de su parte, o sea que sí había.”
“ Yo no creo que no había víctimas, sólo que los desaparecían”.
Como reportera Peniley Ramírez guardó la existencia de esta grabación.

Para abrir boca
Casi nada le dijo el poeta Javier Sicilia al presidente Felipe Calderón.
Estas son algunas de las lapidarias frases:
La actual estrategia de guerra se convierte en una guerra sin fin.
El país no es un Estado fallido, sino un Estado fracturado.
La oración que sigue es un agregado del columnista: Para que se entienda la dimensión y proyección de la frase del escritor, la nación mexicana no sólo esta dividida sino totalmente partida.
Sigue el texto de Javier Sicilia:
Calderón no ha escuchado al padre Solalinde y optó por defender una institución corrupta.
Las próximas elecciones federales serán de la ignominia.
No se sabe si el gobierno busca el camino de la paz.
No necesitamos el poder, ni lo queremos.
No queremos más muertos ni más desaparecidos.
Urge establecer la existencia de un mapa de ruta que señale la desmilitarización del país.
Sólo para abrir boca, esa fue parte del dialogo que sostuvo el presidente Felipe Calderón con el escritor Javier Sicilia, durante el desarrollo de la Jornada Ciudadana por la Seguridad.
No hubo una sola respuesta precisa del mandatario a la serie de demandas que escuchó en el Castillo de Chapultepec. Algunos recordaron a Calos Salinas con aquello de “Ni los oigo ni les hablo” .

El compañero Granados
Se sabía que estaba gravemente enfermo, semanas después trascendió que había recuperado la salud, por eso resultó una sorpresa que el viernes 14 de octubre el compañero maestro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Miguel Ángel Granados Chapa, haya anunciado en su columna Plaza Pública su retiro del periodismo.
No tuvo la menor duda de la proximidad del desenlace final.
Fueron cuatro décadas que ejerció a plenitud este oficio. Maquiavelo siempre estará agradecido por las menciones que hizo sobre su persona. Se retira uno de los grandes. Persona de principios, siempre identificado con las corrientes progresistas de este país.
Le entró el gusanito de la política y compitió como candidato a la gubernatura de Hidalgo. Reconocimientos y premios se repitieron a lo largo de su actividad informativa. Recorrió los mejores medios impresos y su refugio preferido fue en la radio de la UNAM.
Tenía un estilo de escribir muy particular, de allí el remate de su última colaboración: “Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción les digo adiós” .
Sus columnas noticiosas sin querer las transformaba en editoriales.
Nunca dejó su labor de maestro universitario. Se le veía apresurado por los pasillos de la Ciudad Universitaria. Su puntualidad inglesa era su mayor defecto. Muy raro que alzara la voz, sabía escuchar pacientemente, pero siempre al final terminaba dando consejos. Tuvo un libro recién editado como su vestimenta y como compañero de vida.
Este adiós del periodismo implica otros finales.