Javier Duarte de Ochoa mostró su nuevo rostro en la comida que sostuvo el pasado lunes con directivos de los medios de comunicación del estado de Veracruz. Las nuevas actitudes que mostró el ejecutivo, son las que muestran el valor del funcionario, éstas son, en los momentos de adversidad más importantes que las aptitudes.
En los tiempos malos es cuando conviene observar a los hombres, es cuando las máscaras se les caen y se muestran como son.
Confronta el gobernador Duarte una terrible prueba con la presencia de los cárteles de la droga que se disputan ferozmente la plaza.
Con gran honestidad y cierta humildad pidió a los que ejercen el periodismo que lo ayuden, ya que se trata de una gran batalla en la que se juega el destino de la entidad, que no la puede ganar un solo hombre. Es, en los momentos de una desgracia, cuando hay que mirarse en el espejo para verdaderamente conocerse a sí mismos. El joven gobernador mostró su lado humano y reclamó de manera urgente a los asistentes. “Sin ustedes no voy a poder solo, los necesito”. Con la situación actual es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil.
Son los tiempos adversos los que nos dan una gran enseñanza que nadie debe desaprovechar. Si ahora nos sucede mal no será para siempre.
Duarte de Ochoa, consciente de las amenazas que confrontan los periodistas veracruzanos, señaló la importancia de cambiar el vocabulario noticioso, a fin de cambiar la percepción de la triste realidad que confronta la sociedad veracruzana. No es lo mismo un operativo que realizan las fuerzas del orden para detener a los delincuentes, que calificar dicho evento judicial como una balacera que significa un gran desorden.
El grave riesgo que se corre, es que se considere a la entidad veracruzana como un lugar peligroso y con ello se afecte a la industria sin chimeneas. Que los propios veracruzanos dejen de asistir a lugares públicos. Este abandono provocaría el cierre de restaurantes, plazas comerciales y todo aquello que represente una actividad económica.
Se trastornaría la vida económica de Veracruz. Ciudades fantasmas que ya existen en el norte del país.
Reconoció Duarte de Ochoa que los operativos que realizan los militares y marinos, a él no se le informa. Que ellos operan de manera autónoma y que las duras acciones del Ejército no las realiza con un bisturí, sino con una espada.
La línea que sigue Javier Duarte de Ochoa es muy diferente a la de su antecesor, el maestro Fidel Herrera Beltrán. Entendido el valor como un producto de la prudencia, no de la temeridad. Aquel que permite la actividad de los delincuentes comparte el crimen.
La comida del pasado lunes, permitió conocer al gobernante veracruzano las inquietudes de los representantes de los medios y la importancia que entraña informar de manera verídica muy ajena a los boletines oficiosos donde al parecer no pasa nada.
La verdad es una cosa donde no hay grados.
Se autodestaparon

No tuvo alternativa el presidente Felipe Calderón, más que autorizar lo que ya era obvio, que participaran en política los miembros de su gabinete. Desde hace mucho tiempo los candidatos presidenciales del PAN se saltaron las trancas.
De plano ya no atendían al changarro. Los hipotéticos funcionarios encargados de la educación, relaciones laborales, finanzas públicas y el desarrollo social estaban entregados a sus campañas. Solo pensaban en sí mismos y en su fantasioso futuro como candidatos a la Presidencia de la República.
El sueño más caro de sus vidas.