Dos años antes de que terminara el gobierno de Fidel Herrera y se viviera en todo su esplendor su dogmática frase de “Veracruz Late con fuerza”,-- que no tiene ningún sentido corporal y sólo centrarlo como algo figurado--, el titular del Orfis, contador Mauricio Audirac, había advertido de los manejos irregulares de los recursos públicos entregados a las constructoras.
Ya se sospechaba desde aquel entonces de los grandes negocios que se fraguaron con las inexistentes obras públicas.
Uno de los personajes que tuvo intervención para la relación matrimonial de Rosa Borunda y Fidel Herrera fue el destacado político mexiquense Carlos Hank González, gran amigo de la familia Borunda. Cuando fue regente de la ciudad de México, transformó la gran urbe con sus ejes viales que cruzaban la metrópoli. Su frase favorita que se siguió al pie de la letra en la entidad veracruzana fue la de “Entre más obra más $obra”
Mauricio Audirac, desde aquel entonces, se deslindó del caso de las constructoras cómplices en los negocios del gobierno fidelista, al advertirles a los diputados que tenían que actuar y que en caso que no lo hicieran él pintaba su raya y no quería ni ser el encubridor y mucho menos cómplice de los burócratas que causaban un grave daño al erario. De aquella legislatura que comandaba Héctor Yunes Landa y que presidía la Comisión de Vigilancia Gonzalo Guizar Valladares,--aquel mismo que levantaron la mano los líderes priístas estatales como su único candidato y que después lo traicionaron--, componían la mayoría de legisladores que dejaban pasar y hacerse de la vista gorda, de acuerdo a las instrucciones recibidas.

Reconocida la deuda

En el Plan de Desarrollo Veracruzano, que acaba de ser presentado, se señala que la deuda dejada por la pasada administración estatal asciende a 35 mil millones de pesos. Que significan más del 40 por ciento del presupuesto que se ejercerá en el presente año. Es diez veces más que la que dejó el gobierno del licenciado Miguel Alemán Velasco.
Comentan funcionarios de la secretaría de Finanzas que el último día del pasado mes de noviembre, ingresaron por concepto de recaudaciones un poco más de diez millones de pesos y que recibieron órdenes de que fueran entregados al que dejaba el poder.

Perdón, me equivoqué

Los políticos mexicanos lo saben, el peor problema que confrontan es su falta de credibilidad. Se ha perdido la confianza entre los ciudadanos y coinciden que una buena mayoría de los funcionarios son mentirosos.
¿Por qué les resulta tan difícil decir la verdad?
¿No sería más fácil decir con humildad y cierta pena?
¡Me equivoqué! Es de humanos errar.
Reconocer con modestia que la información que ellos tenían no era de manera completa y detallada.
El presidente Felipe Calderón podría ganar más simpatías y apoyo de los ciudadanos si identificara que la estrategia que adoptó para combatir a los narcotraficantes era la más contraindicada. Que los informes que poseía de sus asesores en seguridad eran errados. Que el equipo humano para realizar esa jornada no era el indicado.
Para el titular de Finanzas del estado de Veracruz, Tomás Ruiz, no le resultaría más sencillo y tangible decir de manera clara y precisa, la deuda es muy elevada y delicada. Coincide con la información financiera que tienen los bancos y calificadoras, que asciende a 42 mil 500 millones de pesos que sostener con complejos retorcimientos, los embustes de la pasada administración con una guerra de cifras.
Es importante y vital para el desarrollo de un gobierno recuperar la credibilidad. Reconquistar al pueblo.
Es sólo cuestión de números. No se trata de encubrimientos o complicidades. Es simplemente decir la verdad.
Admitir que la situación económica es difícil y de allí que se necesitan los recursos de la tenencia de los automóviles que fueron dados como garantía para lograr la bursatilización de los ingresos federales futuros.
No se puede atentar en contra de la inteligencia del pueblo mexicano en lo federal y de la sociedad veracruzana en las minimizadas informaciones oficiales.
Hay que recuperar la credibilidad y la respuesta será muy diferente de la ciudadanía a los cuestionamientos y graves dudas.