Columna: Se dice que...
Pareciera un consenso entre los miembros del gabinete y lo que se considera en Veracruz como la alta burocracia, entre ellos son contadas las personas que reconocen que fueron tratadas con respeto y educación por el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
La gran mayorÃa sienten que fueron lastimados en su relación con el Ejecutivo estatal.
Se les humilló y vilipendió. Fueron años que vivieron en la zozobra y la inquietud de perder su trabajo. Se convirtió en una obsesión las llamadas telefónicas para recibir regaños.
Los logros de algunos funcionarios fueron reconocidos con mezquindad y pequeñez. Sexenio donde no hubo perÃodos de descanso y aquellos que alegaban sus derechos de vacaciones, las podÃan tomar de manera definitiva.
Estaba prohibido sobresalir en el quehacer gubernamental o polÃtico, se corrÃa el riesgo de una seria reprimenda. En los eventos donde estaba presente el maestro Herrera Beltrán, se requerÃa de un permiso para asistir. Aparecer en los periódicos era un capÃtulo vedado. Un gobierno donde los aplausos y los elogios tenÃan derechos de exclusividad.
Fidel Herrera es una gente sensible y está consciente que no hubo un trato de caballerosidad para varios de sus mejores y más cercanos colaboradores. Llegó el tiempo de saldar estas acciones de ruindad.
La visión amplia, grandes principios y sus elevadas aspiraciones le permitirán al futuro ex gobernador Herrera Beltrán, reconocer sus graves errores en la apreciación de la labor de sus compañeros en la administración de los destinos de Veracruz.
Por otra parte, Fidel Herrera mantuvo con algunas esferas sociales su tradicional sencillez de los cuenqueños. La humildad de ejercer el poder para beneficiar a cierto sector de la auténtica clase necesitada. Fue un verdadero amigo con sus feroces enemigos del pasado. Conservó en secreto cientos de acciones de apoyo, consciente que no habrÃa respuesta de agradecimiento.
Le queda al polÃtico cosamaloapeño un precipitado mes, para recomponer de manera razonable sus rasposas relaciones.
¿Qué hay detrás?
Cuál será el afán periodÃstico de especular con los funcionarios que figurarán en el próximo gabinete de Duarte de Ochoa. Es una danza cotidiana de nombres y puestos dentro del nuevo gobierno. Se habla de padrinos y madrinas como las figuras claves y decisivas en las designaciones.
Pareciera un juego de adivinanzas.
¿Qué intereses están detrás de esos nombres y apellidos?
Tradición sexenal
Acusar a la prensa de vicios vergonzosos no es algo nuevo. El maestro José Pagés Llergo solÃa decir que algunos periodistas no se venden, se alquilan. Ayer comentaba el periodista Luis Velázquez de las presiones que recibió el director del Diario del Istmo, para vender el periódico al gobierno y asà terminar con el periodismo crÃtico en la zona sur de la entidad.
Cuando el polÃtico enviado para comprar la empresa editora le preguntó al director cuánto valÃa, el periodista le contestó, cuesta cinco pesos y se vende en todas las esquinas.
Dante Delgado, Patricio Chirinos y Fidel Herrera, han creado medios con recursos públicos para competir con el Diario del Istmo. Ha sido un ejercicio recurrente de cada sexenio por apagar la Voz en Libertad.