Resulta preocupante para el gobernador Fidel Herrera Beltrán, Maestro en Derecho, al confundir y malgastar dos batallas legales que de manera personal las ha iniciado. Esta última al denunciar a los líderes panistas de César Nava y Enrique Cambranis, así como al candidato Miguel Ángel Yunes Linares, por haber violado el artículo Noveno Constitucional, que no permite la intervención de las llamadas telefónicas y al que lo haga sin autorización de un Juez de Distrito, amerita un castigo de seis a 12 años de prisión.
El absurdo es el fastidioso desacierto de la forma de presentar la demanda, que con ello de una manera tácita las grabaciones las convalida y admite con esta acción que las conversaciones con funcionarios y candidatos priístas son del propio gobernador Herrera Beltrán.
Por lo tanto deberán admitirse como pruebas en un juicio electoral y estas deberán analizarse. El problema legal para los profanos e iletrados jurisconsultos oficiales es comprobar que estas grabaciones fueron hechas por las mismas personas que el Ejecutivo Estatal ha presentado como los (sin duda) autores intelectuales de este ilícito.
Lo que debiera investigarse es el gran interés que mostraron importantes medios nacionales y estatales por difundir el soez lenguaje alvaradeño de las numerosas llamadas del gobernador veracruzano. Debe haber una explicación para este extraño enojo y malestar de los periodistas nacionales.
Esta manifestación mediática no es gratis.
El equipo de abogados del gobierno estatal que presentó la denuncia debiera retornar a las aulas a fin de evitar el ridículo que confronta el gobernante.
Los defensores de las leyes deben andar más solícitos de la verdad que del triunfo. Creen que ganar un proceso es ganar una gallina y perder una vaca.
No se explica como un maestro en Derecho intenta justificarse ante la opinión pública con estos errores en los apellidos de uno de los acusados y el equívoco del nombre correcto de la dependencia federal ante la cual la denuncia fue presentada. Lo más serio es que la delación no prosperará porque los avances de la ciencia establecerán que si es, la voz de Fidel, y que por lo tanto, quedaría confirmado que se utilizan dineros del pueblo veracruzano en las campañas electorales.
Un abogado con un portafolio puede robar más que un ciento de hombres armados.
Meses antes de emprender esta acción legal en contra de la intervención de sus llamadas telefónicas, el mandatario veracruzano había autorizado a su alcalde consentido de la zona sur de Veracruz, que realizara una denuncia penal contra un medio informativo independiente, juicio federal que perdiera no obstante usar de manera ilegal a personal del ayuntamiento y los amplios recursos oficiales.
Si la justicia parece venganza, como impedir que los hombres crean que la venganza puede ser justicia.
Lo más sano es que el maestro en Derecho, Fidel Herrera Beltrán, demandara a sus profesores y a la escuela universitaria que le otorgó ese alto grado académico.