En varias ocasiones en este mismo espacio advertimos que se venía una fuerte acción en contra del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, que afectaría las elecciones y las candidaturas de los priístas.
El propio Ejecutivo Estatal un día antes de las demoledoras grabaciones, anunciaba que viviría los días más difíciles de su carrera política. Se había blindado con la presidencia de la Conago ante la inminencia del cachiporrazo que le tenían meticulosamente preparado los panistas.
El golpe mediático estremeció hasta los cimientos la estructura priísta. Un bien planeado terremoto político que ocupó los costosos espacios de los medios electrónicos nacionales. La avasalladora ventaja electoral que tenían los candidatos del partido tricolor se desmoronó en cuestión de horas.
El PRI de Veracruz está fincado en una sola persona. Una absoluta concentración del poder partidista. Fidel es el único político que puede escribir su réquiem para sus propios funerales.
Las documentadas denuncias sobre los millonarios desvíos en el sector Salud y en la Secretaría de Comunicaciones parecían que serían las armas que se utilizarían para destruir el amplio reconocimiento popular de Fidel Herrera. Una indiscutible fortaleza que se había construido a lo largo de sus cinco años de gobierno hasta convertirse en la poderosa sombra en la que se habían cobijado todos los candidatos priístas veracruzanos. Al caer el demoledor rayo en el árbol de la fidelidad, prácticamente quedaron al descubierto los fanfarrones priístas que sentían jactanciosamente que ya habían ganado. Al ver al capitán herido, son varios los candidatos que ahora quieren abandonar el barco de la fidelidad. Los que disfrutan el momento son los propios priístas resentidos que habían quedado marginados del último reparto de la actual administración.
Hay versiones que detrás de este golpeteo colocan a Peña Nieto, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa para eliminar al gobernador veracruzano de cualquier aspiración política futura.
Lo increíble es que siendo Fidel Herrera un fervoroso devoto sobre el manejo y control de la fuerza de los medios de información, se convirtiera en esta ocasión en su lado débil. Se descuidó y los obuses mediáticos destruyeron los cimientos de su sólida y estructurada mayoría partidista. Le repitieron la misma dosis de espionaje telefónico que al “gobernador precioso” de Puebla, Mario Marín.
La creencia de que existen personas que aseguran que bajo fuertes sumas de dinero pueden manejar e intervenir en las líneas editoriales de los medios nacionales, se trata de simples chantajistas que nunca han trabajo en las mesas de redacción de los órganos informativos de la ciudad de México. Se aprovechan de la ingenuidad y desconocimiento del medio periodístico independiente tanto del gobernador Herrera Beltrán como del candidato Duarte de Ochoa.
Las consecuencias de este tsunami político se reflejarán en las próximas encuestas que semana a semana da a conocer la empresa Impulsos Comunicaciones, la única institución veracruzana autorizada y reconocida por las autoridades electorales.
En la última publicación se había registrado un elevado crecimiento de los que se niegan a dar a conocer su preferencia por partido político y candidato.
¿Cuáles serán los nuevos resultados?
Se prepara para la última semana una investigación de campo con más de un millar de entrevistados que permitiría una certeza del 97 por ciento…y nunca se han equivocado.