Dentro de las esferas nacionales del PRI, consideran que de las doce gubernaturas que estarán en juego existen graves riesgos de perder en los estados de Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, Tlaxcala, Zacatecas y Sinaloa. Las otras seis entidades en donde se incluye el estado de Veracruz no existen ni siquiera focos amarillos.
Se afirma en la Presidencia del CEN priísta que de fuentes confidenciales ellos tienen la certeza que el candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes, no contará con el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo, lo que le restaría muchas posibilidades de ganar la gubernatura. Resulta extraño que por otra parte, la alianza del Panal con el PAN es para los comités estatales de la entidad como la más firme, a menos que la líder vitalicia de los maestros haya perdido el control de la cúpula del partido político que ella creó. O también existe la versión que el acuerdo partidista para crear la coalición es de trámite y a todas luces sólo es aparente para congraciarse con el presidente Felipe Calderón, que para el Ejecutivo Federal ganar el estado de Veracruz es más que una obsesión prioritaria de su partido, sino que lo ha tomado de manera personal.


La tierra se mueve

Las grandes catástrofes que están sacudiendo a diversas ciudades y países del mundo son los primeros avisos dados a conocer sobre lo que ocurriría en el planeta, en una serie de los reportajes publicados en la revista LLAVE en los últimos tres años, sobre los graves fenómenos naturales que afectarían de manera sustancial la faz de la Tierra.
No existe dentro de los tres continentes una región en donde se encuentre que el subsuelo no corra riesgos de fracturas. Fuera de Australia y Nueva Zelanda, que parecieran como las zonas más seguras a salvo de los terremotos, pero que podrían sufrir terribles consecuencias de los maremotos, ahora conocidos como los destructores tsunamis.
En pasadas ediciones de LLAVE se hizo referencia del surgimiento de un poderoso volcán en la agitada y convulsa zona del estado de California y nos referimos en aquella ocasión que era cada vez más delgada la capa que cubre al gran domo a punto de reventarse. Esto ocurriría en territorio norteamericano que lamentablemente está muy cercano a la frontera con México.
De allí los últimos sismos que ocurren en Mexicali y que tienen que ver con el asentamiento de las capas tectónicas que podrían provocar la separación de la península californiana del propio continente.
Existen estudios científicos que la ruptura esta perfectamente delineada por la falla de San Andrés que cruza las dos californias y que sigue en línea recta hasta la ciudad de México en la trazada avenida de Los Insurgentes.
Tienen miles de años que dicha fractura se ha convertido en la más seria amenaza para dicho territorio.
Desde el siglo pasado especialistas sobre movimientos sismológicos de las universidades de Berckley y Stanford advertían sobre la probabilidad de un gran terremoto que había sido bautizado como el “Big One”.
No tiene muchos años que la ciudad de San Francisco fue el epicentro de un fuerte movimiento telúrico.
Es una cuenta regresiva que coincide con los vaticinios catastróficos del último mes del año 2012.