Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Orizaba-Ixtac: abusos letales
2019-11-12 | 07:29:52

Hace un año, el 1 de noviembre de 2018, fueron asesinados arteramente por policías municipales de Orizaba, los hermanos Román y Ernesto Pérez González, uno profesor y el otro odontólogo de profesión.


Ambos crímenes ocurrieron alrededor de las 5 de la madrugada, frente al domicilio de sus padres Luz María González y Román Pérez.


El primer acribillado fue Román, de 31 años de edad, quien era director y docente de un par de escuelas secundarias en la región de Orizaba. El profesor fue rafagueado a escasos metros de su casa paterna por los elementos de seguridad. Ernesto, al escuchar los disparos, salió de la vivienda percatándose que la víctima era su hermano. Al abalanzarse sobre su cadáver, también fue acribillado. Su padre alcanzó a ver cómo manipularon los cuerpos colocándolos boca arriba y “sembrándoles” una arma para simular que habían atacado a los policías.


Cuando la madre intentó salir de su casa para pedir una ambulancia, un uniformado que estaba junto a los cadáveres, le gritó: “¡Chingada madre, métase porque a usted le toca también!”.


Román, el padre, respondió: “Oficial, no le estoy faltando al respeto, únicamente pidan una ambulancia porque mi hijo se está desangrando”.


Doña Luz María aseguró haber visto también cuando los uniformados movían los cuerpos de sus dos hijos. “Volví a abrir la puerta y le dije al señor (Juan Ramón) Herebia (director municipal de Gobernación), quien se estaba poniendo guantes de látex: ‘¡una ambulancia, mi hijo se está desangrando!’, y me dijo: ‘No señora, ya ni va a venir, ya están muertos, ahí está el arma’, y aseguró que él tenía un policía herido.”


Ante la presión de la familia, del magisterio y líderes del SNTE y de la CNTE así como de la ciudadanía orizabeña, Herebia Hernández –quien como director de Gobernación del Ayuntamiento coordinaba a los uniformados– tuvo que pedir licencia para separarse del cargo durante un lapso de tres meses, al término del cual fue reinstalado por el alcalde priista Igor Rojí López. En cambio, la Fiscalía General del Estado detuvo e investigó a 14 policías, de los cuales seis fueron imputados por homicidio doloso calificado.


Hace 17 días, ahora en Ixtaczoquitlán –en el mismo corredor industrial de Orizaba–, fue denunciada la desaparición de siete comerciantes de ropa usada. Seis hombres y una mujer, oriundos de Ciudad Mendoza, fueron detenidos arbitrariamente por elementos de la Policía Estatal el domingo 26 de octubre alrededor de las 15:00 horas, cuando descargaban la mercancía de un tractocamión. Los remitieron a la Comandancia Municipal de Ixtaczoquitlán, donde poco después fueron liberados tras el pago de una multa. Sin embargo, cuando regresaban a su lugar de origen a bordo de una camioneta, fueron interceptados por dos grupos de hombres armados sobre el tramo carretero Orizaba-Río Blanco, en la autopista Córdoba-Puebla.


Sus familiares acusan ahora al director de Gobernación de Ixtaczoquitlán, Octavio Pérez Romero, de haber ordenado su detención, lo que obviamente el funcionario municipal niega. Pero, ellos, siguen desaparecidos.

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