El viernes 11 de octubre fueron liberadas cuatro órdenes de aprehensión por los delitos de desvíos de recursos en contra del ex subsecretario de Finanzas, Bernardo Segura Molina y el ex Tesorero, Adrián Viccón Basto, así como contra la ex secretaria de Finanzas, Clementina Guerrero García y Luis Francisco Virues Hernández.
De los cuatro, como se sabe, ha sido detenido Segura Molina y al que se le fijó prisión preventiva por un año. Según las versiones, fuentes allegadas al asunto, una vez que se ejecute la captura del Tesorero de la pasada administración estatal, Adrián Viccón, habrá de quedar al descubierto la red financiera que operó, los presuntos malos manejos y millonario desvío durante la administración del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares durante 2016-2018. Información que ya está adelantando el propio ex subsecretario.
Y es que existe la confirmación que al momento el único detenido, misma suerte que correría Viccón, se encuentra en total disposición para acogerse a lo que marca el nuevo código penal y que les permitirá un proceso abreviado. Pero que, según las fuentes, estarían revelando una imparable cascada de información de todos los movimientos que realizaron en diversas cuentas bancarias con los recursos estatales para favorecer a los Yunes.
Las pesquisas podrían conducir a dos empresarios porteños. Félix Malpica y Karen Collado Yunes, sobrina del ex mandatario veracruzano. Quien se afirma, tienen relación en los negocios de asignaciones de contratos hechos en la administración anterior.
El otro objetivo, según las versiones, por el que se está cuadrando el proceso, abreviado o no, para el ex funcionario yunista detenido, es sobre los movimientos de traslado de recursos de las arcas públicas a la campaña electoral de su hijo y entonces candidato de Acción Nacional a gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez.
La estructura financiera, con las cuentas bancarias, y el proceso que se daba a través de dichos “recaudadores” del diezmo quedarían a la vista. De esta forma, la detención del subsecretario de finanzas y administración y la próxima caída del ex tesorero cimbrarán al grupo yunista, pues el trasfondo es más que escabroso para la familia.
Aseguran los bien informados que los inculpados estarían ya por contribuir con información que demostrará la red de corrupción que tejió la familia durante el gobierno de dos años.
La “colaboración” implica detallar el entramado financiero que usaron sus jefes para desviar miles de millones de recursos del presupuesto estatal para cuentas de empresas fachada y también desvíos a la campaña panista.
Según las fuentes, esa red tenía como operadores financieros a la sobrina del exgobernador, Karen Collado y a su esposo. Ellos tenían como responsabilidad otorgar cada uno de los contratos de obra y servicios durante la administración yunista y de igual forma cobrar el correspondiente porcentaje por haberles otorgado ese contrato.
Lo que ha trascendido es que en la información ofrecida por Segura se encuentran precisamente las cuentas a donde se depositaban esos recursos que les daban los empresarios a estos personajes. Así como también la estructura financiera utilizada para desviar recursos del presupuesto para la campaña del 2018.
Fuentes cercanas a los movimientos en la justicia del Estado señala que la carta que envió Yunes defendiendo a sus ex colaboradores lleva esa connotación y al mismo tiempo preocupación. Evitar que se desmorone tan rápido la poca lealtad que aún puede quedar en quienes trabajaron para él. Lo cierto es que ante la ola de denuncias y órdenes de aprehensión giradas a tantos funcionarios la verdad saldrá a la luz.
En voz de uno de ellos, lo dicho hace pensar que soltarán la sopa en forma voluntaria y sin remedio: “Nosotros no nos llevamos nada, todo el dinero era para el jefe y cuando le decíamos que los que firmábamos éramos nosotros, siempre nos decía que no había de qué preocuparnos que Miguel su hijo sería gobernador y habría tiempo de ordenar esos desvíos de dinero”.
Por otro lado, la conocida y repentina salida de Veracruz de Miguel Ángel Yunes Márquez y su familia parecen explicar que tuvieran una participación directa en las órdenes dadas por él al ex subsecretario de finanzas y administración y al ex tesorero, muchas de ellas giradas desde el bastión panista en Boca del Río. Es decir, la operación de la Tesorería del Estado se orquestaba desde el centro boqueño, de igual forma para instruir a quién otorgarles un número muy importante de contratos públicos.
Según la información, la orden de transferir a cuentas de empresas fachada también se incluyen en las revelaciones que se están sumando al expediente. Por esa razón, ante la inminente detención de los mencionados funcionarios decidió autoexiliarse de Veracruz ya que no podrá evadir aparecer en las carpetas de investigación por actos de corrupción del régimen anterior.
Misma suerte que corren los colaboradores de Yunes como Jaime Téllez Marié, de la SSP; el doctor Irán Suárez Villa de Salud, y los ya sabidos ex fiscales, Jorge Winkler, Marcos Even, y el ex titular de Comunicación Social, Elías Asaad, entre muchos otros subsecretarios y directores generales.
En resumen, con la detención del ex subsecretario de finanzas y del ex tesorero general del estado, la FGE tiene la fuente más cercana de información de toda la red financiera y de uso indebido de recursos, es decir las órdenes aprehensión de la Justicia sobre estos personajes, no fueron giradas al azar.
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