El superdelegado en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara tiene trabajo por delante, y qué chamba. Lo que aventó ayer en la mañanera el propio presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió, al descubrir que en los anales del Sistema de Administración Tributaria se encontraban registradas 26 empresas de su propiedad.

Y claro, con la información interceptada antes de que se asestara el golpe, como parte de una evidente guerra sucia contra el líder de la Cuarta Transformación, hábilmente fue el propio López Obrador quien lo dio a conocer para atajar cualquier diablura.

Se trató de algo así como aquella famosa cámara que en semanas pasadas, dijo, se encontró en la sala de Juntas de la Presidencia en Palacio Nacional, y que era una especie de espionaje por parte de los adversarios, a los que acusó nuevamente de ser quienes seguramente le quisieron entablar esta vez, como accionista de dichas empresas, toda vez que lo ocurrido con Manuel Bartlett el director de la CFE, está en boga.

Pero lo que emboleta a Veracruz es que la inscripción de esas 26 personas morales, donde se incluye también a su esposa Betatriz Gutiérrez Müller, según la investigación inmediata que hizo la propia dependencia de recaudación y ejecución fiscal, se hizo en las oficinas de la misma con sede en Paseo de la Niña en el municipio de Boca del Río. Y en lo que los mal pensados desde ayer, ciudad que recordaron, es el bastión político del panista ex gobernador, Miguel Angel Yunes Linares.

El ex mandatario veracruzano fue uno de los más duros críticos, ofensivo incluso, durante la campaña presidencial, sobre todo cuando AMLO visitó en varias ocasiones tierras veracruzanas gobernadas entonces por Yunes Linares, pero de eso a que tenga la perversidad de ser el causante de una jugada así, habría que analizarlo más detenidamente.

Lo cierto es que la indagatoria llevó a dos funcionarios del SAT dependientes de la secretaría de Hacienda y fue precisamente del despacho de su titular, Arturo Herrera Gutiérrez de donde se desprendió un comunicado que entre otras cosas informó lo siguiente:

La Administración General de Servicios al Contribuyente supervisa diversos trámites de afectación al RFC para identificar posibles inconsistencias, en particular se detectaron inscripciones de personas morales realizadas sin sustento legal ni soporte documental.

Estos movimientos, que fueron realizados con el usuario de la ciudadana Claudia Olivia Martínez Rodríguez, corresponden a trámites inconsistentes como:

1. La fecha de operación en el sistema fue el día 15 de agosto de 2019, dando inicio a los trámites a partir de las 00:00 horas (fuera del horario laboral) y cerrando los casos todos a partir de las 15:00 horas.


2. El domicilio de la empresa es el de la Administración Desconcentradas de Servicios al Contribuyente de Veracruz “2”, ubicado en Paseo de la Niña, 150, Boca del Río, Veracruz, CP 94290.


3.  La fecha de inicio de operaciones es del 12 de mayo de 2019.


4.  El régimen General de las Personas Morales.


5.  La actividad registrada es de “otros intermediarios de comercio al por mayor”.


6.  En todas las empresas aparece como Representante Legal el ciudadano Óscar Manuel Montoya Landeros.


7. Todas las empresas tienen nombre de personas físicas seguidas de sus siglas SA, los nombres de las personas corresponden a los de algunos administradores desconcentrados del Servicio al Contribuyente distribuidos a nivel nacional en las 55 administraciones existentes.


8. No tienen soporte documental los trámites.


9. No tienen firma electrónica.


10. No cuentan con contraseña del RFC.


11. Ninguna empresa ha facturado.

Huerta Ladrón de Guevara es el responsable de las dependencias del orden federal en Veracruz. Su lealtad hacia el presidente de la República está fuera de duda, incluso le valió la posición que tiene.

Pero el balón está en su cancha y es quien deberá trabajar sobre la parte política que bien conoce el ahora funcionario federal. El ex líder de Morena sabe que esto no es más que un juego sucio, un golpe sin piedad que le quisieron asestar a su jefe, y que fue desactivado por el mandatario del país, porque se comprueba que está bien informado, pero de que Huerta tiene tarea para llevarla de la mano con el titular de Hacienda o los funcionarios en Veracruz, la tiene.

Es sin duda el que debe llegar al fondo de quién o quienes operaron el sistema interno para alterar la información y generar este hecho, es una investigación que Manuel Huerta no puede eludir. Al menos ayer, prefirió omitir palabra alguna, el caso no es para menos, es preferible no meterse en la boca del lobo. Le metieron gol y hay que buscar al actor político o políticos responsables.