La memoria de algunos militantes del Partido Acción Nacional, porque no todos se han sumado a la defensa, por el caso de la separación que hiciera el Congreso local del ex fiscal Jorge Winckler, sin duda que es flaca.
Y es que al alegar una presunta ilegalidad en el proceso legislativo se les olvida que el ex mandatario Miguel Ángel Yunes Linares se valió de la amenaza y luego de la traición para deshacerse del fiscal duartista, Luis Ángel Bravo Contreras.
La versión fue confirmada en algún café de la Ciudad de México en el cual cuentan que el panista Diego Fernández de Ceballos despotricaba en contra del ex gobernador Yunes Linares a quien lo menos que le dijo es que es un político que no tiene palabra.
El abogado litigante recordaba como fue testigo de honor en la negociación que hizo el ex mandatario con el ex fiscal duartista, Luis Ángel Bravo Contreras, en donde a cambio de su renuncia le prometió que le iba a dar tranquilidad a él y a su familia por los siglos de los siglos. Mal hizo el ex candidato presidencial en confiar y darle la mano a quien no puede ver ni en pintura.
El famoso “Jefe” Diego contó a su interlocutor que el primer contacto con el “Fisculín” fue en la mansión de El Estero municipio de Alvarado donde Yunes le juró por sus tres hijos que su objetivo era Javier Duarte y que no tenía que preocuparse, por lo que solo lo forzó a dimitir para poder colocar a su abogado personal en la FGE.
En medio del ablandamiento y del convencimiento, se pactó una nueva reunión. De esta forma, el segundo encuentro fue en el Hotel Regis de la Ciudad de México en donde estuvo presente ya Diego Fernández y ahí se dio el aparente pacto de impunidad para Bravo Contreras, quien presume la amistad del ex candidato presidencial panista desde hace años.
Pero año y medio después cuando su hijo se había estancado en las encuestas Yunes Linares se olvidó de su compromiso ante Fernández de Ceballos y mandó a encarcelar al ex responsable de procurar la justicia en Veracruz. Había que buscar de todas las formas remontar en la aceptación y llevar a la cárcel a quien se pudiera por lo que el acuerdo y a las palabras se los llevó el viento.
Desde entonces Diego Fernández no quiere saber nada del ex mandatario veracruzano y cada vez que alguien se lo menciona habla “linduras” del nativo de Soledad de Doblado, quien es un experto en sumar enemigos en el corto plazo.
El Jefe Diego quedó desencantado pues vio que no hubo palabra ni en ese ni en otros casos. Se empleó el famoso “vómito negro”, se hicieron acuerdos de honor, se les ofreció proteger a sus familias, algo que por cierto ahora reclama el fiscal, Jorge Winckler, y nada de eso se cumplió en el pasado.?Y todo indica que por esas “facturas pendientes” las encuestas y los pronósticos no favorecen a su candidato a dirigir el Comité Directivo Estatal del PAN, José Mancha, quien este domingo busca reelegirse en el cargo.
Cuentan que la postura de Joaquín Guzmán Avilés, el otro candidato a la presidencia del PAN y enemigo del clan Yunes, sorprendió a varios del albiazul, pues defender a Winckler es defender sa Yunes, pero algunos analistas se encargaron de precisar que se trata de un acto de congruencia política del de Tantoyuca y de respeto a la militancia que le simpatiza.
Ahora se habrá de esperar los resultados del próximo domingo en la elección interna y se sabrá si efectivamente lo hecho por este grupo político repercute en su abanderado.
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