El asunto de la basura entre las administraciones estatal con municipales, ha sido por décadas un conflicto que aparece en cada periodo de gobierno. Y es que la razón estriba en el redituable negocio que resulta este rubro para los gobernantes en turno.
Se recuerda el grave conflicto entre el ayuntamiento de Xalapa entonces gobernado por el ahora diputado federal, Rafael Hernández Villalpando, y el gobernador, Miguel Alemán Velasco. Allá en el trienio 1998-2000 cuando se topó con el empresario como mandatario estatal. Y como se sabe terminó con la acción rebelde de vaciar los camiones cargados de desechos en el palacio de Gobierno, y su posterior destierro para no ser encarcelado.
Y en el pasado bienio del panista Miguel Angel Yunes Linares la aberración política de ahorcar al ayuntamiento de Xalapa encabezada por Hipólito Rodríguez cerrándole el relleno sanitario donde depositaban las 400 toneladas que al día se generan para terminar ofreciéndole ayuda si es que la pedía, y así resolver el problema, es decir, convertirse entonces en un mesías azul.
La moneda se revierte, y aunque no pareciera ser con tintes de revanchismo político, pues las autoridades ambientales actuales han argumentado su proceder, el de Veracruz puerto es un caso más que parecido y con consecuencias similares pues el conflicto finalmente está pegando a la ciudadanía. Y su alcalde, Fernando Yunes Márquez se encuentra más que empantanado.
De acuerdo a la Procuraduría del Medio Ambiente, PMA, del estado señaló el grave problema ambiental que se generaba con el tiradero en la zona norte del municipio, y al que el gobierno de Yunes Márquez no le ponía atención.
Según la PMA: “El cierre del tiradero a cielo abierto de Veracruz era necesario, ya que se generó una contingencia ambiental que representa un peligro para los ciudadanos. El problema que enfrenta el sitio es alarmante, y no había otra opción más que cerrarlo por el severo daño a los mantos acuíferos, al aire y al suelo”.
Doce años atrás terminó la vida útil de ese relleno, lo que generó que millones de toneladas de basura se siguieran depositando sin el tratamiento adecuado, explicaría en su momento la dependencia al clausurar el relleno.
Este jueves Yunes Márquez, ordenó retirar el servicio de limpia pública a las oficinas gubernamentales que incluyen hospitales, grave situación que se expone en nota aparte, por tratarse de un nosocomio y el tipo de residuos calificados como peligrosos.
La Procuraduría ambiental respondió que “de acuerdo a la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, en su Artículo 5, se establece que en el ejercicio de las atribuciones de los ayuntamientos se encuentra comprendido tener a su cargo las funciones y servicios públicos municipales de limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos sólidos municipales; por lo que, es responsabilidad de las autoridades municipales el manejo integral de los residuos sólidos”.
Sea legal o no, se proceda contra la autoridad local por negligencia, lo cierto es que dejar de levantar este tipo de desechos no representa sino un atentado contra la salud pública, con severos daños para la ciudanía, y raya en altamente peligroso, como dejar en la vía pública y expuestos los desechos.
El berrinche del munícipe y el encono que ha derivado en esta crisis de la basura en el puerto, el municipio más grande del estado, debe concluir.
MUY EN CORTO
EN MEXICO, UN LIBRO CON MENSAJE. La presencia del coordinador general de política y gobierno de la administración federal, César Yáñez, y Leonel Cota Montaño, titular de secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad pareció darle la fuerza necesaria a un evento que pintaba solo como la presentación del libro: “Veracruz: un protagonista en la conformación del estado mexicano”.
Y es que el peso se elevó, como todo en política, cuando cuenta con la presencia de reconocidos actores. Así que el texto que contó con la participación de académicos, investigadores, y reconocidos personajes del ámbito social alcanzó la plusvalía necesaria que exigió un recinto como el Senado de la Republica
Este fue coordinado por el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien aprovechó para hacer una amplia convocatoria a las diversas fuerzas políticas de la entidad y del altiplano, y por ello, se necesitaría ser un neófito en la política para no cifrar que al mismo tiempo esto llevaba un mensaje.
En estos menesteres la forma es fondo y por supuesto que no ha pasado desapercibido que el funcionario, inmerso en ola de rumores sobre su posible renuncia, buscó enseñar el “músculo”. A su lado el gobernador Cuitláhuac García Jimenez, el presidente del Senado, Martí Batres Guadarrama y la presidenta de la comisión del Cultura en la cámara alta, Susana Harp.
Los alcaldes de distintos colores como los alcaldes panistas de Córdoba y de Álamo, Leticia López Landero y Jorge Vera Vera; el edil priísta de Orizaba, Igor Rojí, el morenista de Poza Rica, Francisco Javier Velázquez Vallejo, así como legisladores federales, locales y empresarios.
Aseguran que Cisneros Burgos además de la noble causa del libro que servirá para recaudar fondos para los pueblos originarios quiso mandar un mensaje a sus detractores que andan otra vez insistentes por eso de su “sonada” salida del cargo desde la Federación.
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