En las postrimerías de la campaña electoral del 2018 para el Senado, la hoy secretaria de Energía, Rocío Nahle García metió un gancho al hígado al panista Julen Rementería que era como para no levantarse.
En el izquierdazo, iba con el golpe seco, el entonces líder del PAN estatal, José de Jesús Mancha Alarcón. Y es que se acusó de beneficiar a diversas empresas con contratos millonarios y principalmente al dirigente de ese partido político.
Ante las pruebas irrefutables el propio Mancha debió aceptar que sus empresas tenían asignaciones para realizar obra pública, no solo eso, sino que en realidad pertenecían a familiares como su madre, Cristina Sergia Alarcón.
Diversas empresas fueron beneficiadas, pero además se le responsabilizó de diversas irregularidades y observaciones en la Cuenta 2017 por anomalías en el manejo de la secretaría de Infraestructura y Obras Públicas.
En medio de estos señalamientos se daba la última fase de la campaña electoral, donde Julen Rementería, el candidato fuerte del PAN, estaba en férrea batalla con la morenista, Rocío Nahle.
En junio del año pasado, el tema de los desvíos y de las acusaciones por beneficiar al dirigente panista, Morena llegó al Congreso de la Unión desde donde se exhortó a la Auditoría Superior de la Federación para que investigara al candidato a senador de la coalición PAN-PRD-MC, por los señalamientos de ilícitos durante su cargo como Secretario de Infraestructura y Obras Públicas.
Además de trasladar el exhorto al Congreso del Estado y el Orfis también se pidió la intervención de la Fiscalía General del Estado, para indagar los delitos por los presuntos hechos de corrupción, cohecho y tráfico de influencias sobre el mismo caso.
De esta querella en la máxima tribuna del país, y luego que Morena ganó las elecciones, colocando así las dos fórmulas al Senado, con Rocío Nahle y Ricardo Ahued a la cabeza, el asunto pareció empezar a diluirse. Julen también se convirtió en Senador como cabeza de la segunda fórmula.
Los senadores electos tomaron posesión el 29 de agosto, y en muy pocas semanas, días, se podría decir, hubo una reunión cumbre entre senadores veracruzanos, con un diputado federal, al menos, como testigo.
Se trató precisamente del panista Julen Rementería quien seguramente usando como puente a su amigo, Ricardo Exsome, sostuvo un encuentro con quien habría sido su peor adversaria en la campaña, meses antes, y entonces eran homólogos, Rocío Nahle.
Se afirma que en el cónclave imperó la cordialidad, se estrecharon la mano, y juraron trabajar juntos por México. Al grado, que de dicha alianza, podría decirse, salió tiempo después, un acuerdo en el que el propio Julen apareció junto al líder de la bancada, Mauricio Kuri al fijar su postura.
Lo cual indicaba que había sido sin duda el gran cabildeador para las reformas emanadas del poder Ejecutivo.
La luna de miel se ha terminado. Julen arremetió contra el régimen de la Cuarta Transformación. Lo acusan de haber creado una “Fakenews” y es sin duda, hoy el blanco por haber inventando, según la corriente de Morena, gastos excesivos de la Presidencia de la República.
Se le ha hechado la caballería encima, y hasta le podrían desempolvar el expediente. Incluso con sello, de las oficinas de la poderosa secretaria, con quien en su momento limó asperezas y fumó la pipa de la paz.
Hasta con la Barra de Abogados Penalistas de Veracruz se le pide a la Fiscalía General del Estado que proceda y se investigue al senador panista por un presunto desvío del orden de los 394 millones de pesos durante la gestión de Julen Rementería del Puerto como secretario de la SIOP.
Jorge Hernández Campos exigió al titular de la FGE, además, debe presentar una solicitud de desafuero en contra del legislador ante el Congreso de la Unión para hacer frente a esta situación.