El Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz se ha lanzado contra las autoridades estatales, en algo que se ha vuelto cotidiano desde que inició la nueva administración, debido en este caso, a la responsabilidad que recae en las instancias respectivas en el caso del compañero periodista, Celestino Ruiz Rodríguez, asesinado en su domicilio, en Actopan.
Lejos de las acusaciones, en lo que se han ido estos primeros meses de administración porque efectivamente el responsable de la aplicación de la Justicia en Veracruz es asumido como la herencia de un gobierno yunista, polémico, cuestionado, igual o peor que a los que señaló de corrupción, es hora de que se pase a los resultados y se concentren en las acciones, cuyo infértil choque político ha traído muerte y violencia en Veracruz.
El Fiscal denuncia a la secretaría de Seguridad Pública porque según éste, no acataron las indicaciones de brindar seguridad al reportero, pero la SSP lo rechaza y le revira una y otra vez al Fiscal.
En ambas instancias y a todas luces en este lamentable crimen de Celestino Ruiz, no se está viviendo otra cosa, sino que la politización del asunto. Lo que es más condenable puesto que a estas alturas deben haber indicios claros o por lo menos fincar alguna responsabilidad.
Pero en lugar de mostrar avances, de una y otra parte, han prevalecido las acusaciones. Fue entonces el asesinato del corresponsal del Gráfico de Xalapa una coyuntura totalmente a modo para los fines políticos y de su disputa entre las autoridades que se han vuelto antagónicas.
Es algo que no interesa en este momento a la sociedad, menos si no se garantiza respeto a la Libertad de Expresión, vulnerada desde hace varios sexenios, y no solo por la violencia de las balas, más otras formas de censurar a los medios ya conocidas.
MUY EN CORTO
MANCHA, PALO TRAS PALO. Resulta que salió más corrupto que todo lo que han denunciado desde que asumió la dirigencia y de todos los baños de pureza que se dio la administración que encabezó el PAN en los dos años anteriores.
Se trata del ex diputado local, y ex presidente del PAN en Veracruz, pues acaba de ser desconocido por el CEN de ese partido, quien sin ningún recato le ha entrado duro y tupido al tráfico de influencias y a la corruptelas dentro del gobierno que apenas duró dos años.
Si el régimen de Miguel Angel Yunes Linares y con Mancha en ese partido, controlando además a los diputados de su partido, hubiera durado seis años, o el hijo de éste, el ex alcalde boqueño, Miguel Angel Yunes Márquez hubiera prolongado la estancia del poder familiar, entonces la voracidad de Mancha hubiera sido interminable.
Las primera revelaciones se dieron en la Legislatura cuando amparado en el control que su partido tenía de la misma y con su compinche, Sergio Hernández Hernández, fue beneficiado con los contratos de empresas de comunicación, creadas exprofeso, para que se le asignara presupuesto del poder legislativo.
Luego, Morena en campaña para el Senado, a través de la candidata Rocío Nahle, lo exhibió con pruebas irrefutables de haberle otorgado obras de la SIOP cuando el entonces también abanderado a la senaduría, Julen Rementería, era el titular.
Millonarios fueron los contratos que le concedieron al panista Mancha Alarcón, quien al estilo Emilio Lozoya, embarró a su madre y a su esposa.
Posterior a eso, salió a la luz pública, que sus empresas estaban enlistadas en otras secretarías e institutos del gobierno con trabajos tanto de obra pública como de servicios por millones de pesos.
Un nuevo escándalo envuelve al corrupto Pepe Mancha. Nacido en el puerto de Veracruz pero con su trayectoria política en Tuxpan, en cuyo ayuntamiento ha sido síndico, asesor de ediles y dirigente de su partido, es señalado otra vez, de estar saqueando el erario municipal.
Prácticamente el cabildo completo denuncia que a través de convenios sin documentación y otros egresos cuyo proceso se muestra extraño, el alcalde estaría desviando recursos a las empresas con prestanombres o familiares de Mancha para inyectarle recursos a su campaña para buscar de nueva cuenta la presidencia estatal del partido.
Grave lo que ocurre en Tuxpan, y los señalamientos en su contra. Pero en realidad, parece una mancha más -literal- al tigre, y que en eso se quedará pues no hay un efecto de tipo legal hasta el momento, a pesar de todas las denuncias enlistadas desde el año pasado.
Y en respuesta a todo esto que forma parte de la trayectoria “limpia” del político de Tuxpan su respuesta en las redes son que el gobierno estatal de nueva cuenta lo quiere perjudicar con notas en los medios. Mentiras que no vale la pena aclarar, se defiende. Vaya personaje.
|
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |