Este fin de semana se descolgaron al puerto de Veracruz un grupo de trabajadores de la planta empacadora que estableciera en el parque industrial de Coatzacoalcos don Tony Macías, el millonario suegro del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, ahora recluido en una fría celda del reclusorio  norte de la ciudad de México.

El tema es que estos trabajadores  habían sido despedidos y no se les había liquidado de acuerdo a lo que marca la Ley del Trabajo. En ningún momento se expresaron de malos tratos, entendían que las circunstancias habían cambiado al perder la elección el priista Héctor Yunes Landa.

Ninguno de ellos se imaginaba que tipo de venganza iba a ejercer el ganador de la contienda electoral.

Cerca de la planta empacadora de vegetales y frutas existe un helipuerto, para ellos fue una sorpresa que descendieran de esa aeronave un grupo de personas cargando grandes bolsas oscuras. Pasó el tiempo y regresaron con dichas bolsas llenas de dinero. Era el pago de la exorbitante cuota para que don Tony y su familia no fueran molestados, en ese soborno no estaba incluida su hija, Karime, la esposa de Duarte de Ochoa.

A partir de ese día de la salida del cargamento monetario, todo cambió, empezaron a escasear los materiales y los pagos de las quincenas tenían sus retrasos, el panorama económico de esa boyante empresa se vino abajo.

Tuvieron que cerrar y don Tony Macías se retiró a la ciudad de México a sobrevivir de lo que rescatara,  antes de que bloquearan sus cuentas bancarias,  como arte de magia, la serie de los entrañables amigos y de la cauda de periodistas aduladores desaparecieron.

El PAN y la Iglesia lo mismo

Las coincidencias del clero veracruzano con el Partido Acción Nacional local, es el mismo estilo de condena y reprobación hacia el gobierno de izquierda del presidente López Obrador. Es idéntica la  forma de pensar y actuar del senador Julen Rementería y las autoridades eclesiásticas locales.

El legislador del PAN está molesto por la frase del mandatario cuando se refiere la oposición que está moralmente derrotada.

El obispo de Orizaba, Eduardo Sánchez, reprueba la falta de resultados y el estancamiento en las soluciones de la imparable violencia.

Esta identificación se encuentra en las normas, principios e ideologías tanto del partido político como del clero.

El súper negocio de los Ruiz y Yunes

Lo que es tener buenas relaciones con los gobernadores sin importar a qué partido político pertenezcan, los jóvenes empresarios Ruiz Anitúa han sabido colocarse en el ánimo de los gobernantes y hacer grandes negocios. Obviamente de acuerdo a la importancia y el volumen de los recursos, hay que repartirlos entre las autoridades estatales que se los concedieron .

Donde sí se salpicaron en serio con muchos millones fue con los gobernadores Yunes Linares y Roberto Borge, de Quintana Roo.

Lo que les garantizó tener una vida de lujo fue la concesión que les diera Yunes Linares por 60 años del manejo de las casetas de cuota de la Antigua y Plan del Río donde pasan diariamente varios miles de vehículos.

Es como si se sacaran cada 24 horas el premio mayor de la Lotería Nacional. El reparto para el choleño ha sido mejor que la gubernatura.