Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
Eric Cisneros: ¿Mano dura o uso de la ley?
2018-10-15 | 08:26:39

El fin de semana Eric Cisneros Burgos se hizo presente en algunos medios de comunicación donde delineó lo que se debe esperar del nuevo gobierno. Busca pues revolucionar la dinámica actual con cercanía a la gente, habla de diálogo y conciliación como el sello del nuevo régimen y aplicar la ley sin distingos.


Genera expectativa sin embargo, el hecho de que aún cuando no quiere abordar el “ni perdón ni olvido” como pregonó en un principio el actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares que tanto ofendió a Morena y al hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pero si advierte que será el próximo, un gobierno sin privilegios. Y eso sí, que con respecto a la administración que se va no se esconderá nada de lo que se ha hecho mal, sin complicidades ni negociación.


El futuro secretario de Gobierno propuesto por el mandatario electo, Cuitláhuac García, ante medios, particularmente en el programa “Cinco en Punto” dejó entrever que como tal se ajustará a la Ley, y aunque basado en la mejor definición de lo que será su postura: “Somos conciliadores pero no pendejos”  encierra mucho es un mensaje de que habrá mano firme y sin tolerancia en la impunidad y sobre todo con quienes hayan dejado la casa sucia o claramente con quienes han lastimado a los veracruzanos como en el gobierno que se despide.


También porque en un par de ocasiones descartó que haya persecución, nada de lo que ahora ocurre, usando la “Ley del garrote” para gobernar, de acuerdo a Cisneros. Por el contrario, habrá hasta donde se puede diálogo y si no entonces la Ley, pero nada de acuerdos bajo la mesa.


No le importa si los últimos secretarios de gobierno no han hecho su parte sino lo que viene en su caso es hacer respetar la figura y para lo que está, respondería a la pregunta de uno de los panelistas: Soy como los perros bravos, me amarran en las fiestas y me sueltan en los pleitos. Pero sin duda, que en los últimos sexenios esa figura en Veracruz ha quedado bajo sombras, por lo que parece que resurgirá en este periodo.


En prolongada charla se le ve ameno al originario de Otatitlán, municipio pequeño de la Cuenca del Papaloapan. Y ante los periodistas, Violeta Pacheco, Manolo Victorio, Esaú Valencia y Víctor Ochoa, deja claro que no necesita expresar más por lo que empezaría el nuevo régimen a partir del 1 de diciembre: El Fiscal se tiene que ir, no ha funcionado, ejemplifica uno y otro caso, y por lo que el próximo Congreso Local tiene mucho trabajo .


Llama la atención que Cisneros Burgos insiste en que son muchas las anomalías que fiscalmente han ocurrido en Veracruz, y en esa charla le dedicó varios minutos al hecho de que desde la fiscalía se buscará un perro en lugar de personas.


Otro gran pendiente es el presidente del Tribunal Superior de Justicia, otro que tiene cuentas pendientes por su desempeño. Es la cereza del pastel si con sarcasmo se habla.


El mayor ejemplo de lo que no debe hacer un funcionario responsable al aplicar jurisprudencia.


Si bien marca que el diálogo y la conciliación será el sello del próximo gobierno a partir del 1 de diciembre, el secretario de Gobierno del siguiente gabinete no puede ocultar que habrá mano firme, dura quizá, contra los que han lastimado a muchos sectores.


Y es que ante los reclamos de colectivos, de la ineficaz administración de justicia, de la deuda social en inseguridad, educación y salud, Cisneros Burgos no ve otra más que la revisión a fondo del régimen yunista, según delineó sus esquemas de acción durante los próximos 6 años.


Por cierto, llama la atención también que sea el silencio la respuesta del yunismo. Callar es quizá lo que más les conviene, pero también la máxima es sabia: El que calla otorga.


Algo es evidente, Cisneros Burgos tiene, como se dicen coloquialmente, los pelos de la burra en la mano, en el discurso, la expresión de un nuevo estilo de gobernar, y por ello, se apega al beneficio de la duda, el que ya quedó en garantía a partir del triunfo que le concedieron los veracruzanos a Morena el 1 de julio.


Así como se le dio la oportunidad a la primera corriente ideológico que encabezó la alternancia en Veracruz en el 2016 con Miguel Ángel Yunes y que a la postre ha decepcionado a la población. Los resultados electorales hablaron por sí solos.


Tiene pues Morena la oportunidad histórica de demostrar que en el ejercicio del poder son diferentes a las otras propuestas que como tal fueron desechadas por los electores, diferentes tal y como lo aseguran en el discurso y lo han pregonado en campaña.


El doble compromiso los hace más vulnerables. Llegar para cambiar o más de lo mismo, pero un cambio que tendrá que ser más que perceptible por la ciudadanía.

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