Por Raymundo Jiménez
Columna: AL PIE DE LA LETRA
YUNES: ¿‘LA LUCHA SIGUE’?
2018-07-12 | 19:40:21

No se necesita tener una mente tan brillante para deducir que Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) llegaron al poder para mantenerse en él por lo menos dos o tres sexenios más, tiempo suficiente para encarrilar su Proyecto Alternativo de Nación tendiente hacia lo que el tabasqueño ha denominado “la Cuarta Transformación de México”.


López Obrador no es Vicente Fox ni Enrique Peña Nieto, a quienes los gobernadores del PRI y del PAN chantajearon políticamente para sacarles más recursos federales para sus estados, los cuales fueron desviados en buena parte a las campañas electorales de sus respectivos partidos.


En el caso de Veracruz, por ejemplo, el ex candidato del PRI a la gubernatura, Pepe Yunes Zorrilla, expuso durante su campaña que tan sólo durante este año la administración del presidente Peña Nieto dispuso para Veracruz un excedente de 7 mil millones de pesos en participaciones federales de libre disposición, recursos de los que nadie sabe hasta el momento qué hizo con ellos el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares.


Por eso no fue casual que este martes López Obrador anunciara la creación de su estructura territorial de mando en el Gobierno federal, con el nombramiento de 32 coordinadores estatales que representarán a su administración en las entidades federativas.


Se trata de funcionarios que concentrarán una gran cantidad de facultades para la toma de decisiones, la ejecución de políticas públicas y hasta las definiciones en el ejercicio del gasto. Serán una especie de “vicegobernadores” todopoderosos que dependerán directamente del Presidente. Ellos propondrán los proyectos a los secretarios de Estado y hasta podrán sugerir los contratos y las licitaciones.


Con los nuevos coordinadores, AMLO pretende poner fin a los intermediarios y también a las cuotas y chantajes de organizaciones sociales, ya que cualquier gestión pasará por sus manos. Incluso se tiene la intención de que los coordinadores estatales “repliquen” las acciones del Presidente y encabecen las reuniones estatales para la evaluación de la estrategia en materia de seguridad, con la presencia de los mandos militares y policiacos de entidades y regiones. Ellos llevarán la coordinación de mandos y van a representar a la Federación. Los gobernadores –sobre todo los de otros partidos– no serán más que invitados de piedra.


Coincidentemente, estos coordinadores estatales de Programas de Desarrollo, en su mayoría, son personajes que ya contendieron por una gubernatura o que se perfilan para ello, así como senadores electos y dirigentes estatales de Morena.


La operación de estas coordinaciones tendrá como base la Secretaría de Desarrollo Social, por ser la única dependencia que cuenta con estructura, oficinas y almacenes en todo el país. En total, según trascendió, serán 300 regiones, que se desprenderán de las 32 delegaciones y de éstas habrá 68 coordinaciones indígenas una por cada etnia del país.


Así que esa bravuconada de Yunes en su mensaje post-electoral de este lunes, acerca de que “la lucha sigue”, más bien suena a puro blof.

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