Quizás lo más relevante de la comparecencia que ayer sostuvo el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares sea que reconoció que los índices de inseguridad continúan creciendo en la entidad, aunque claro –justificó- no es un problema privativo de Veracruz, sino de todo el país; a propósito del mandatario es oportuno abundar que la resolución de la Suprema Corte de Justicia, emitida el miércoles y que la gran mayoría calificó como un logro del ejecutivo -al concederle el amparo para efectos- resulta a éstas alturas contraproducente para su administración, pues al resolver, los ministros avalaron la consideración de que “ninguna entidad federativa debe reservar información sobre gastos realizados para la difusión de programas y actividades gubernamentales”, cosa que actualmente ocurre en su administración.
Ya el propio Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) ha ordenado a la Coordinación de Comunicación Social del gobierno de Linares informe sobre los gastos de publicidad oficial y los medios a los que se ha asignado, pues la negación se ha hecho presente; en 2013 los papeles estaban invertidos, pues en aquel entonces Linares pedía al IVAI que Duarte le informará sobre el dinero público destinado por concepto de publicidad, lo cual le negaron, así como él lo hace hoy a través de sus colaboradores.
La lucha jurídica que de pronta y expedita no tiene nada en éste país, permitió que tras insistentes y reiterados recursos ante el Tribunal Superior de Justicia del Estado y Juzgados de Distrito, finalmente, después de cuatro años, el tema llegará a manos de la Suprema Corte de Justicia, resolviendo que a Linares se le concedía el amparo y que entonces la autoridad competente tendrán que replantear su sentencia, toda vez que el uso de recursos públicos para publicidad oficial no puede ser considerado como información restringida, como la categorizó Duarte en aquel entonces, obvio en su beneficio.
Luego entonces aunque se le concede el amparo, esto hoy no le resulta nada favorecedor, pues ya en el cargo de aquel, a quien demandó información, hoy le pega directamente, pues en el análisis de la resolución se consideró que negar la información de éste rubro constituye una violación al derecho de acceso a la información. Antes Linares exigía informes de gasto, hoy él los oculta cuando se le solicita. Sin duda la vida da muchas vueltas y en política nada está escrito y ello queda corroborado cuando se observan acontecimientos como el del pasado miércoles.
A propósito de la determinación de la Suprema Corte de Justicia ésta se vuelve aún más relevante para considerar que el Coordinador de Comunicación Social de Linares, Elías Assad Danini incurre en difamación, al trasmitir mediante su comparecencia información falsa con el fin de, afectar a medios de comunicación no afines a la actual administración y es que, ayer acusó citando nombres de medios impresos, televisoras y radiodifusoras, que éstos habían recibido cantidades millonarias para enriquecer la imagen del ex gobernador.
Elías Assad no tenía ninguna prueba, pero se le hizo fácil señalar a medios, como el corporativo Imagen del Golfo quedando a la vista que su intención fue agraviar y desprestigiar, pues la sentencia de la Suprema Corte de Justicia que analiza la reiterada negación de autoridades estatales y federales para entregar a Yunes Linares, los informes de los gastos de publicidad del entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa, muestra que a la fecha no cuentan con el material probatorio suficiente para conocer el destino de dinero públicos a medios impresos y electrónicos durante el sexenio del ex priista.
Apenas ayer la SCJN ordena atender la solicitud de información del hoy Gobernador, luego entonces el “flamante” coordinador -antes ex funcionario municipal en la administración de Miguel Ángel Yunes Márquez- actuó a la ligera, envalentonado con el discurso del actual gobierno, ese que acusa y no prueba; con el único afán de castigar a medios de comunicación que han cuestionado los escasos resultados del actual gobierno. ¡Lamentable lo que ocurre en nuestros días. Así las cosas en Veracruz!