Las versiones que apuntaban que mucho tuvo que ver el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán en la declinación de Francisco Avila Camberos como candidato del PRI a la alcaldía porteña son cada vez mas sólidas.
Y bueno en la política no hay coincidencias, por eso es que inmediatamente de que el ex presidente municipal por el PAN rechazó al tricolor, salió de inmediato a la palestra el nombre del empresario Antonio Sierra Alvarez, gente muy cercana al nativo de Nopaltepec.
Se habla que son socios, pero lo cierto es que durante el sexenio de la fidelidad Sierra Alvarez multiplicó de manera exponencial su capital, que de por sí ya era importante a tal grado que era uno de los que inyectaba recursos a la campaña del ex senador de la República.
Luego en agradecimiento lo hizo síndico único en el puerto jarocho, cargo que dejó hasta que se peleó con la alcaldesa Carolina Gudiño Corro otra creación de Herrera Beltrán.
Pero ahora su proyecto es hacer candidato emergente a la presidencia municipal por el PRI y por supuesto por el PVEM, la franquicia que ahora controla el ex mandatario y desde donde quiere hacer candidato al Senado a su hijo Javier Herrera Borunda.
Y desde luego que ha causado sorpresa la aspiración de Sierra Alvarez que ha salido de la noche a la mañana, sobre todo cuando no hizo campaña y cuando las encuestas ponen al PAN al frente en el municipio llamado la "joya de la corona" a Fernando Yunes Márquez, vástago del gobernador.
Pero hay razones de muchos pesos para pelear la nominación, pues existen versiones de un ofrecimiento desde la Secretaría de Gobernación de apoyar hasta con 100 millones de pesos al candidato del PRI, oferta que sigue vigente a pesar de que Avila Camberos decidió no participar.
Lo cual significa que serían 100 millones de pesos administrados por Fidel Herrera, quién en toda su carrera política se ha caracterizado por invertir dinero que no es suyo e incluso regalarlo como hacía en su administración.
Aunque en este caso quien sabe cuanto dinero aplicarían tomando en cuenta que la tendencia de los azules parece irreversible y que más bien Toño, como le dicen sus amigos, se prestaría a un ejercicio de simulación donde aplica aquella frase de "perdiendo ganamos".
Así las historias que se tejen en la política veracruzana.
MUY EN CORTO.
TAMSA PIDE PAZ. A cuatro días de ocurridos los hechos violentos por la disputa sindical entre sus trabajadores y ex obreros de la empresa, Tubos de Acero de México ha lanzado un llamado para pedir la intervención de la Secretaría del Trabajo Federal y del Gobierno del Estado.
Si bien la solicitud que finalmente ha hecho la planta, como se sabe, de las más importantes de Latinoamèrica y seguramente en el mundo, en producción de tubos de acero y derivados para la industria petrolera, va en el sentido de garantizar la paz laboral ésta tiene que ir más allá.
Deben además de condenar los hechos de la madrugada del viernes exigir que se termine de una buena vez el conflicto que afecta la base laboral porque no sería la primera empresa que ve amenazada su existencia por el conflicto intergremial.
Es bien entendido que la empresa fija su postura exigiendo que se deslinden responsabilidades y ofrece cooperar, pero al margen las autoridades ministeriales deberán indagar quienes fueron los causantes de las muertes de dos personas tras esta confrontación y con màs de una decena de lesionados.
“ Durante más de 60 años, TenarisTamsa se ha convertido en una gran comunidad conformada por nuestros colaboradores, sus familias, vecinos, proveedores, clientes y quienes participan en la vida de nuestra empresa”.
Esta es la esencia por la que Tubos de Acero bajo la dirección de importantes figuras como el reconocido director, Gerardo Cárdenas, han puesto sobre la mesa para que Tamsa mantenga su estabilidad y ante todo como vital fuente de empleo en Veracruz.
Finalmente los líderes sindicales deben retirar las manos, y asumir las consecuencias de lo que esta lucha de años ha provocado, cuya disputa ha desembocado en sangre y el luto para dos familias, además de lo que significará para los hogares de los lesionados. En todos los casos, la vida no vuelve a ser la misma.