El fin de semana el INEGI alertó sobre serias y preocupantes cifras en materia de desempleo. Particularmente en el sureste del país, que incluye a los estados de Tabasco, Campeche y Veracruz.

Al menos en el sector petrolero, que en estos estados es el sostén de buena medida de la economía, fueron más de 150 mil trabajadores a los que dejaron sin trabajo.

El desempleo pues, repuntó en 2016 con respecto a la media nacional en una cifra de 3.37 por ciento. Y claro que se ha dejado sentir. Los efectos de la crisis en el sector energético no solo son porque ha cancelado proyectos millonarios de inversión como es la exploración de gas en el litoral veracruzano, con la perforación y explotación de combustible en Alvarado por ejemplo, sino que también se viven por el adelgazamiento de su plantilla laboral.

Esta situación provocó que al menos en Veracruz una vez cancelados los contratos, la tasa de desempleo registrara un 3.8 por ciento de incremento. Directamente al menos 11 mil veracruzanos y otros que muchas veces son de entidades aledañas, dejaron de trabajar.

En ciudades como Poza Rica y Coatzacoalcos restaurantes y comercios atraviesan por una crisis inusitada, según el estudio. Es el mayor impacto que ha resentido la entidad, donde prácticamente el fenómeno mantiene en colapso a la economía.

El escenario fue definido el fin de semana por el diputado local, José Kirsch de la siguiente manera: “Las empresas que le trabajaban a Pemex, la mayoría de ellas ya no están, decayó todo lo que era producción de Pemex y esto colapsó a los comercios, están cerrados, hay casas abandonadas”.

Y precisa que solo en Poza Rica existen 25 mil desempleados. Es común ver en las calles el incremento inusitado de comercio informal, ya sea del ramo gastronómico, principalmente, o algún tipo de venta de artículos de importación o traídos de la ciudad de México.

En cada colonia o sector de las ciudades conurbadas al menos en Veracruz-Boca del Río cada día aparecen nuevas propiedades en renta o en venta. Lo que quiere decir por un lado que la migración llegó a la urbe, y que muchos otros tienen la necesidad de vender sus viviendas para encontrar algún otro tipo de sustento.

Asimismo en cada familia existe al menos una persona sin empleo o conocen alguien que busque una plaza para laborar. Las empresas reducen los espacios ante la falta de liquidez. No se trata solo de la entidad veracruzana y la falta de dinero o el desfalco encontrado por este gobierno es un fenómeno global. No hay circulante a nivel nacional, ni oportunidades de empleos o nuevas inversiones que permitan aliviar la crisis, e incluso el escenario es mundial.

Las estadísticas del IMSS también pegan en este rubro. Según el instituto al 31 de enero pasado se reportaron 18 millones 699 mil 916 empleos en todo el país.

El porcentaje en la variación anual menor de puestos de trabajo fue de -13.6 para Campeche, -7.2 para Tabasco y -1.9 de Veracruz, en comparación con el año pasado.

Ante esta situación la secretaría de Desarrollo Económico del estado tiene más que chamba para tratar de presentar alternativas sobre el empleo. Lo malo que ni ésta ni la secretaría del Trabajo parecen estar preocupados.

Escasas han sido las apariciones del titular del área económica de la entidad, el ex diputado Alejandro Zairick quien en enero de este año compareció ante el Congreso Local solo para informar sobre el presupuesto que ejercerá la Secretaría durante 2017.

Y su gran panacea que advertir a los diputados entonces que habría repercusiones si el Congreso no aprobaba mayor apoyo al capítulo 4 mil, que permite la co-inversión en “proyectos productivos con la federación en beneficio de los veracruzanos”.

A principios de mes pasado se reunió en actividades de vinculación del Consejo Consultivo de la Licenciatura en Negocios Internacionales de la Universidad Anáhuac Xalapa. Hasta el momento no se ve por donde pueda hacer algo significativo y eficaz para amainar la grave crisis de la entidad.

Gris el arranque de dicha secretaría ni en esta ni en la del Trabajo parecen preocuparse.






MUY EN CORTO





SOUSA. DEBILIDAD DEL PRI. Se afirma que en el puerto de Veracruz la candidatura de Gustavo Sousa Escamilla se encuentra muy endeble y es posible que no llegue a ser el abanderado tricolor que registren ante el OPLE.





Trasciende en el PRI estatal que por principio de cuentas el también Notario Público está descalificado para participar en el proceso interno del tricolor para competir por la alcaldía de Veracruz.

Y es que hay versiones de que no cumplió requisitos de legitimidad y le dan va a dar “palo” porque aún forma parte del gobierno estatal, ya que él al ejercer aun como vocal del Fideicomiso del 2 por ciento a la nómina esta inhabilitado para participar.

Además hay quienes cuestionan que habria que sopesar que a diferencia de otras ocasiones ninguno de los sectores del PRI han salido a pronunciarse por Sousa Escamilla, aunque tampoco por ninguno de los otros aspirantes visibles tales como Fernando “Huevo” Arteaga y Pedro Morando.

El primero quiso presionar y ni lo recibieron, menos cuando se dieron cuenta que se fue a inscribir al PRI con 20 personas, ni siquiera a sus seccionales llevó y el segundo todos saben que es la “carta” del alcalde Ramón Poo Gil, pero el muchacho nunca creció en la dirección de Comercio.

El asunto no termina ahí sino que además al PRI se le pueden sumar de facto otros aliados como podría ser el Partido Verde Ecologista, el PT y hasta dicen el Movimiento Ciudadano.

Y es que la posible candidatura de Fernando Yunes Márquez por el PAN ha empezado a unir a partidos opositores porque saben que ya esta en juego el 2018 y hay que frenar a la familia en el poder.

El PVEM está dispuesto a bajar a su virtual abanderado que podría ser Arturo Matiello Canales siempre y cuando exista un candidato competitivo para salir a buscar el triunfo y no ser comparsa del PAN y de MORENA, partidos que se estarían disputando la alcaldía porteña si no sucede otra cosa.