Difícilmente el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán podría arribar a tierras veracruzanas.
Si bien está operando a distancia algunos resquicios políticos es muy probable que no pueda hacer presencia física, para quienes los esperan desde su mediática aparición tras su renuncia al consulado de Barcelona.
Y es que sabe que Miguel Ángel Yunes Linares su archienemigo, hoy encabezando el gobierno estatal, no le permitiría acercarse, y una forma es desatar la jauría judicial en su contra para que responda por las cuentas pendientes que le reclama.
En días pasados el fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, confirmó que se investiga al exgobernador Fidel Herrera Beltrán, pero negó que haya una orden de aprehensión en su contra.
Antes, el 2 de febrero Fidel Herrera habría promovido un amparo como parte de su estrategia legal para detectar si existe riesgo alguno de ser detenido, tras haber sido señalado como presunto responsable en la supuesta compra y suministro de medicamentos apócrifos y agua salina para tratamientos de cáncer durante su gestión.
El ex mandatario veracruzano procedió entonces a la demanda de garantías 133/2017 en contra de cualquier orden de detención, presentación o retención fue radicada en el Juzgado Segundo de Distrito en Materias de Amparo y Juicios
Pero ha trascendido que si se presenta en cualquier instancia judicial o simplemente se pasea por Veracruz podría aparecerle una variación en los procesos judiciales, y ser detenido, tal como ocurrió con el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, a quien se le fincó otro delito para finalmente ser encarcelado.
El mismo procedimiento, la misma estrategia se alista contra Herrera Beltrán que no es tonto. Y no se parará en el estado aun cuando las ansias le coman por estar en la contienda electoral próxima.
Por cierto que en esa misma fecha el titular del Juzgado Segundo de Distrito en Materia Penal y Juicios federales del Segundo Circuito con sede el Estado de México, se declaró incompetente y pidió que se envié a un juez de Veracruz la promoción.
No obstante, Fidel no está en tierras veracruzana pero sí dirige el tinglado. A través del Verde Ecologista por ejemplo se allega de quienes en su momento convenció de ser sus aliados. En Alvarado está el caso de Bogar Ruiz, prácticamente en la olla y sería el candidato a alcalde por el PVEM. Apenas en la elección para gobernador jugó como suplente a diputado local por el PAN en el distrito de Boca del Río, y como alvaradeño presume haber derrotado en ese municipio al PRI para darle el triunfo a Juan Manuel Unánue. Pero tras sentirse relegado no quiere nada con el PAN.
Políticamente algunos de sus seguidores creen que con recorrer los territorios donde a pesar de la fama, es bien querido por su popularidad, podría hacer que los aspirantes afines a su corriente pudieran ganar sin problemas la contienda. Puede ocurrir así precisamente en la Cuenca del Papalopapan, Los Tuxtlas, zonas serranas, y en alrededores de la zona centro como la conurbación Veracruz-Boca del Río. Pero ya no es lo mismo que hace doce o seis años.
Ahora bien, Fidel, conocedor de las entrañas de la política sabe que no es el mejor momento para venir a torear a su enemigo público número uno. Yunes Linares mal que bien, y pese a todo lo que se ha dicho, tiene el respaldo de su “amigo”, al menos así lo ha vendido durante años atrás, de Miguel Ángel Osorio Chong que este martes lo demostró en su visita a la ciudad de Córdoba.
Lo que por cierto derivó el mensaje a la delincuencia organizada en no muy halagadoras consecuencias. No se requiere ser adivino para saber que la aparición de los 11 cuerpos la medianoche de ese mismo día para amanecer miércoles fue una reacción violenta y sanguinaria de los cárteles que operan en Veracruz.
Y aunque el mandatario veracruzano se esforzó por atajar que se trata de una confrontación entre los grupos del crimen es un desenlace de las advertencias públicas del Estado, sumadas entre el gobierno federal y el estatal.
Bien señalaba ayer Denisse Merker en el noticiero vespertino: Operativos van y vienen en Veracruz, como el anunciado por Chong, y las consecuencias están a la vista. Nada nuevo. Ya lo apuntamos ayer por cierto en este mismo espacio. No se valen promesas y anuncios de advertencia a los delincuentes que “iremos por ustedes” sino acciones concretas y contundentes. Es una obligación del Estado, simple y llanamente.