De seguir así las cosas, la Justicia en Veracruz no tardará mucho en quedar peor parada que la forma en que se procuró la misma durante el sexenio pasado. Así que le urge reencauzar el camino y la detención de Flavino Ríos es una inmejorable oportunidad.
Desde cuestionamientos por la atención a víctimas de desaparecidos, la detención y posterior libertad del ex director del Seguro Popular, y tras los hechos en torno a Arturo Bermúdez Zurita hasta críticas a la persona y su desempeño profesional como fiscal de Jorge Winckler. Ahora, se hace revuelo por el arresto del ex gobernador Flavino Ríos Alvarado, acusado de encubrimiento de su antecesor Javier Duarte.
Y por varios lados la acción es vista como un mero revanchismo político, caja “china” o distracción del actual gobierno. Al grado que en ese sentido tuvo que salir Miguel Angel Yunes Linares a desmentirlo. Analistas, periodistas y otro tipo de usuarios de las redes sociales, inmediatamente llamaron un distractor la detención del oriundo de Minatitlán.
Sin duda su aprehensiónn fue la noticia que corrió como reguero de pólvora, más tarde el propio Flavino aseguraría que saldrá de un momento a otro pues su delito no es grave a pesar que al menos se le podría dictar prisión por 72 horas.
Este será una de las pruebas importantes que tendrá el titular de la Fiscalía, Jorge Winclker seriamente criticado. Y por otro lado, si Flavino no permanece en prisión entonces se devaluará más la credibilidad de la institución responsable de la aplicación de la Justicia.
Yunes Linares rechazó inmediatamente que se trate de “cacería de brujas” y a su juicio todo está apegado a la Ley, por lo que debió declarar que no se trata de un “show” la acción contra el ex diputado federal por el sur de Veracruz.
Andrés Manuel López Obrador que trae en la lupa al mandatario veracruzano expresaría que se trata solo de “pura propaganda sin ninguna consecuencia”.
Y no dejó de mencionar un acuerdo entre el PRI y Yunes en su contra para denostarlo y restarle simpatía. Incluso mencionó el tan criticado caso del quien fuera el Contralor de Javier Duarte, Ricardo García Guzmán quien jugará para la alcaldía de Pánuco nada menos que por el PAN y PRD, el partido que llevó a Yunes a la gubernatura.
Es decir, el responsable de supervisar las cuentas de la administración pasada, la que saqueó a Veracruz y cuyo corrupción Yunes ha denunciado y perseguido a los responsables para meterlos a la cárcel, ahora es quien es premiado para contender por la presidencia municipal. Es sabido que García Guzmán fue quien filtró mucha información de Duarte en una traición al puro estilo de las mafia siciliana.
Pues bien la justicia en la entidad está frente a un nuevo reto. Demostrar que el ex gobernador quien fungía como interino es culpable, y éste habrá de buscar hacer lo contrario. En tanto el pez mayor, Javier Duarte sigue prófugo y al menos en la entidad no hay avances sobre las investigaciones al respecto presentadas en la instancia estatal.
Llama poderosamente la atención que el PRI haya enmudecido. Más pronto el aspirante presidencial, el tabasqueño se pronunció sobre la detención de Flavino, y para su partido, en voz de su dirigente o de alguien más, el silencio haya sido la única reacción.
Sin duda que el partido tricolor prefiere mejor adoptar el síndrome del avestruz, no veo no oigo, y con la cabeza enterrada, permanecer así frente a lo que el gobierno yunista hace en la entidad, y en torno a sus correligionarios.
Sin embargo, anoche comenzó a circular un correo de esos sin una firma seria destacando que priistas festinaron la detención. A decir verdad solo fue un representante legislativo y se escribía así:
“El vicecoordinador de los diputados federales del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, celebró la detención del ex Gobernador interino de Veracruz, Flavino Ríos”.
En realidad nadie dijo esta boca es mía. Ni panistas ni priistas. Ambos se vieron muy apagados. Lo que deja mucho que desear de esta ejecución de la orden de arresto.