Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
Arremeter contra medios. Tendencia azul
2017-03-10 | 09:51:25
 En diciembre, apenas a unos días de iniciado su gobierno, Miguel Angel Yunes Linares, contabilizó que en su sexenio el gobernador Javier Duarte de Ochoa se gastó 8 mil 548 millones de pesos en medios de comunicación, más la realidad es que desde dos años antes, éste dejó de pagar los compromisos con los medios, y si hubo dicho gasto de recursos seguramente se hizo en forma discrecional.
 Amparado en esa teoría, el mandatario veracruzano agregaría que se hizo “compra” de los medios de comunicación para elogiar la imagen de Duarte y su gobierno. Luego englobó toda esa cantidad como pago a prensa, aún cuando en ese mismo tenor, denunciaría que cientos de millones se cubrieron a empresas fantasmas creadas ex profeso.
  Señaló a dos ex coordinadores como son Gina Domínguez y Alberto Silva, pero de quienes a la fecha, no se conoce enfrenten una denuncia directa por parte del panista perredista, sino por el contrario solo ha sido mediático, pese a que el gobernante ha dicho que él no litiga en medios.  No obstante se afirma que forman parte de una demanda generalizada contra 50 ex servidores públicos.
  La queja constante de Yunes ha sido el gasto “estratosférico” de la anterior administración en el rubro de prensa, pero que en otras áreas de asistencia social, ha comparado, se han hecho gastos mínimos como 6 mil millones en compra de medicina y 3 mil millones en obra pública.
 Según el conteo rápido del mandatario veracruzano fueron alrededor de 1 millón 600 mil pesos por día tomando en cuenta que contabiliza 70 meses.
 Este miércoles por la noche durante la toma de posesión del Consejo Directivo de Coparmex, al que pertenecen por cierto también medios de comunicación, el Ejecutivo no solo hizo alusión a empresarios que formaron parte, según él, de la corrupción de Fidel Herrera y Javier Duarte, sino lanzó un segundo y severo mensaje a los medios en el sentido de que no habrá dinero para publicitar acciones de su gobierno.
 Este tema no tendría nada de relevante si se toma en cuenta que los gobiernos no tienen obligación de emanar convenios o pagar para que se publique, pero también los medios son una empresa y como tal, tienen sus propias reservas en derecho de difundir o no las acciones que el gobernante realice.
 Si se va más allá, y tomando en cuenta la madeja en la que se ha metido este gobierno de dos años, mucha necesidad tiene de emplear a los medios de comunicación para explicar o retribuir a la ciudadanía información confiable y seria.
 En medio de un desorden que no parece terminar, son los medios de comunicación formales y serios el conducto necesario para que el sistema político que encabeza pueda escuchar y atender los reclamos de la ciudadanía.
 Ahora bien, en este espacio se abordó el número de portales, periódicos virtuales e incluso medios impresos que han cerrado sus puertas, tras la crisis que se ha vivido por la falta de pago, específicamente del sexenio duartista, y si bien hubo alguna proliferación de los mismos alentados desde el poder con acceso a convenios y publicidad oficial, tampoco fue un imperativo de éstos, sino una necesidad creada por ambos gobernantes.
 Cada que llega al poder trae su librito. Y sus aficiones. Algunos son más apegados a brindarse y fomentar su imagen pública, otros quizá como el actual mandatario no lo desea, pues por sí solo “se vende”, pero eso no es al final de cuenta, responsabilidad de los medios.
 Pese a todo, muchos de ellos tendrán o ya pagaron las consecuencias de no haber llevado una sanas finanzas y de quedar “embarcados” por el gobierno estatal.
 Aquí el punto es que con o sin recursos del yunismo, ya con la advertencia que no habrá un centavo para medios, estos dos años de mini gubernatura se convertirán en una prueba de resistencia. Y solo los más consistentes, ordenados y serios medios, con circulación o audiencia que los respaldan permanecerán en la batalla, podría decirse, guerra declarada.
 Se entiende la política de austeridad del gobierno pero tampoco son los medios los culpables de la corrupción que atañe y se padece en todos los ámbitos y en todas las instancias.
 La tendencia de los gobiernos emanados del partido albiazul coincide con la misiva yunista sobre los medios. Nada a medios, política austera y distante relación con los mismos, es la tendencia al fin de los gobiernos azules, la misma que se sigue en Veracruz,  al menos al momento.
 Por cierto que el que anda muy litigante en medios y redes sociales es el ex delegado de economía, precursor del otrora panismo veracruzano, Alejandro Cossío quien ha puesto ya el dedo en la llaga de los primeros contratos ilegales de asignación directa millonarios otorgados a empresarios poblanos y capitalinos desde la secretaría de Salud.
 En otros tiempos, no se le hubiera dado más de una línea a una denuncia similar contra los gobiernos rojos. Esa suele ser la diferencia en una relación sana a la que apuesta este régimen, y de beneficio para la sociedad, enterarse sin maquillajes de las anomalías y fallas que acontecen.
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